La pega de opositora
Ahora que ya le quitaron su cuota en el gabinete, la excandidata a la Presidencia por Juntos por el Perú Verónika Mendoza quiere pegarla de opositora. “(Castillo) no solo ha traicionado las promesas de cambio por las que el pueblo lo eligió, sino que repite el método de ‘resolución de conflictos’ de la derecha”, reclamó. Ojalá así de tajante hubiera sido ante los primeros indicios de desgobierno de su exaliado con el rosario de impresentables en el gabinete.
Sigrid quita cuerpo
Y en su misma línea se manifestó también su pupila Sigrid Bazán, quien ayer cuestionó la intempestiva decisión del gobierno de declarar la inamovilidad ciudadana en Lima y Callao pero, tiempo atrás, aplaudió a su amiguis Iber Maraví, con quien, además, intercambiaba elogios sin sonrojo. Vergüenza ajena.
Fuera de lugar
Desafortunado comentario el del vocero de Renovación Popular, Jorge Montoya, quien justificó el toque de queda alegando que tenía información de que “hoy (ayer) pensaban saquear Lima, bajar de los cerros a saquear la ciudad”. Su excolega de bancada Norma Yarrow le salió al frente. “Quisiera pedir las disculpas a la gente que vive en los cerros de Lima. Nosotros respetamos a la población más vulnerable que no tiene la suerte de vivir en la ciudad, pero Lima es parte de los cerros”, aclaró.
A comer pescado
Otro que ofreció disculpas, pero haciendo de tripas corazón, fue el primer ministro Aníbal Torres, por su “recomendación” a la población de que consuma pescado en lugar del pollo para pasar por agua tibia el alza en el precio de este producto de consumo masivo. “Quieren buscarle al gobierno cualquier error, aquí no hay error”, dijo ayer temprano, y no quiso responder si él siguió su propia sugerencia. “No estamos tratando mi situación personal. Estamos trabajando la situación del país”, replicó con mal talante. Más tolerancia, señor premier...
Fue por lana y...
Fastidiado por el pronunciamiento de la Defensoría del Pueblo que cuestionó el toque de queda, el oficialista Guido Bellido pretendió incomodar a su titular Walter Gutiérrez, preguntándole cuándo deja el cargo. “Estoy apenas unos días más, desafortunadamente, lo azaroso de la vida política hace que la Defensoría no haga nada, cierre los ojos o esté de brazos cruzados; su posición es institucional”, replicó Gutiérrez. ¿Así o más claro?