El ex ministro precisó que se tiene que revisar a detalle el documento emitido por la contraloría. (Foto: Composición)
El ex ministro precisó que se tiene que revisar a detalle el documento emitido por la contraloría. (Foto: Composición)

Redacción PERÚ21

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se pronunció sobre la polémica adenda al contrato para la construcción del Aeropuerto Internacional de Chinchero y propuso cuáles deberían ser las acciones del Ejecutivo tras la salida de del Ministerio Transportes y Comunicaciones.

En entrevista a Perú21, el ex ministro aprista aseguró que es un "despropósito" que desde el fujimorismo se pretenda debilitar al gobierno de PPK pidiendo la renuncia de Vizcarra a la vicepresidencia.

"La vicepresidencia es un cargo electo y no depende de la voluntad de un congresista o de alguien en particular. Una renuncia tendría que ser por un hecho muy grave que, hasta donde yo sé, Vizcarra no ha cometido", aclaró.

"Pensemos en el Cusco, el propio parlamento tendría que ayudar a que salga rápido la solución para que no quede la idea que el Congreso está boicoteando y quiere políticamente tumbarse todo lo del Ejecutivo. Una salida puede ser que se forme una comisión multipartidaria, vigilante, que acompañe al Ejecutivo y a la Contraloría, de manera que demostremos a los cusqueños que queremos hacer bien el aeropuerto de Chinchero", dijo.

"Debilitando al vicepresidente están debilitando el sistema democrático, es un 'harakiri' para todos. En todo caso, quienes estaban en desacuerdo con el contrato, ya lograron que no prosiga, ahora hay que pensar en la solución hacia adelante", refirió.

El ex ministro precisó que es necesario poner las cosas en su real dimensión y revisar a detalle el documento emitido por la Contraloría para comprobar la solidez de sus alcances.

Renegociar o nuevo concurso

Para Enrique Cornejo, lo importante para los cusqueños es que se concrete la construcción del aeropuerto y para ello, propone lograr una salida legal.

¿Cuál es la solución para hacer del aeropuerto de Chinchero una realidad?

-Tiene dos caminos: O se renegocia con el propio concesionario para que resuelva el problema de fondo o, abrir un nuevo concurso con algunas características especiales.

¿Cuál es el tema de fondo?

-Más del 80% de la inversión necesaria para este aeropuerto lo va a pagar el Estado, y eso ya es una asociación publico-privada con problemas, donde no están bien equilibrados los riesgos. Prácticamente el privado no tiene ningún riesgo, el Estado asume todos y el privado gana plata. El origen del contrato, que vino del gobierno anterior, estaba mal.

Hay que renegociar el contrato o abrir el nuevo concurso, para que en cualquiera de los dos casos tengamos dos procesos: una obra pública, en la que se construya y se equipe el aeropuerto, y que eso lo haga el Estado con recursos del tesoro público o puede renegociar con el concesionario; y que el otro 20% —la operación y el mantenimiento— lo ponga el concesionario, sin aval del Estado y recuperando su inversión en un tiempo prudente.

Si no se llega a un acuerdo con el actual concesionario, el contrato está vigente, esa adenda está pactada y si el concesionario abre un arbitraje gana, el Estado pierde. Esa es la situación en la que nos han puesto.

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