Llevamos casi 25 años con el régimen unicameral y no podemos decir que el resultado ha sido positivo y favorable. En términos generales, digamos que el patrón del trabajo legislativo no ha sido sistemáticamente mejor o superior que cuando teníamos la bicameralidad.
En un país complejo, con más de 32 millones de habitantes, hacer que funcione un Parlamento unicameral –que quizá es óptimo para países pequeños– no es fácil.
No veo la razón de que Perú no tenga –igual que Chile o Colombia– un sistema bicameral. Si uno apela a las encuestas y recoge la opinión que hay en esos países, verá que el nivel de aprobación es superior al de nuestro país y eso es porque la doble deliberación mejora la labor parlamentaria, y hay un mejor acompañamiento del ejercicio de la representación. Por último, el país ha tenido una tradición de grandes intelectuales que han hecho del Senado un centro de reflexión sobre los problemas nacionales, y sería bueno volver.