Elecciones en Ecuador calentaron el norte [Análisis]

Se viene una segunda vuelta en Ecuador, entre el candidato oficialista Lenin Moreno y el opositor Guillemo Lasso. ¿Qué pasó en detalles en el país de La Mitad del Mundo?

Hace una semana se llevaron a cabo elecciones generales en Ecuador. Los resultados oficiales ofrecidos determinan una segunda vuelta para el próximo 2 de abril entre Moreno (39.4%) y Lasso (28.1%). Como se sabe, según la normativa, para ganar en primera vuelta se necesita cumplir dos requisitos: una distancia de 10 puntos porcentuales con el más cercano competidor y llegar al 40% +1 de los votos válidos. Moreno cumplió la primera condición y se quedó a 60 mil votos –aproximadamente– de la segunda.

El escenario de cara a la segunda vuelta se asemeja a la polarización fujimorismo vs. antifujimorismo de la campaña electoral peruana de 2016. El correísmo se encuentra en pole position: a 10 puntos porcentuales de la victoria, con una estructura orgánica expandida en el territorio y con el acceso a los recursos estatales.

El anticorreísmo enfrenta el mismo desafío que tuvo el antifujimorismo: articular en torno a una figura polémica el rechazo al legado autoritario (del gobierno de Rafael Correa). La-sso –banquero, costeño, conservador– tiene una cuesta muy alta que subir. Necesita adherir el apoyo de costeños populistas de derecha (quienes votaron por Cynthia Viteri) y de serranos ex correístas progresistas (quienes apoyaron a Paco Moncayo).

Un dato curioso de la primera vuelta es también una aparente contradicción. En un país que suele dividirse políticamente por la geografía, el candidato de la costa (Lasso) ganó en la sierra; y el candidato de la sierra (Moreno) se impuso en la costa.

Los paralelos con Perú son mayores. Pase lo que pase en la segunda vuelta, el próximo Legislativo ecuatoriano estará controlado por el correísmo.

Según proyecciones oficialistas, de un total de 137 asambleístas, Alianza País habría obtenido 73 escaños, es decir, el 53% del total del Congreso unicameral. La principal alianza opositora –Creo y Suma– habrían conseguido 34 puestos, es decir, el 25%.

Los partidos tradicionales logran sobrevivir: el Partido Social Cristiano tendría 15 escaños (11%) e Izquierda Democrática, 5 (4%). El resto de curules se reparten entre partidos menores y movimientos locales.

Desde la noche misma de los comicios y durante dos días, sectores anticorreístas se movilizaron frente a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), la corte electoral, denunciando un fraude en marcha. A pesar de que un conteo rápido independiente y encuestas a boca de urna anticipaban una segunda vuelta, los opositores denunciaban públicamente presiones del gobierno para darle la victoria a Moreno en primera vuelta.

Asimismo, calificaron de "sospechosa" la demora del CNE en dar los resultados al 100%. Si comparamos con la Oficina Nacional de Procesos electorales (ONPE) del Perú, las autoridades electorales ecuatorianas fueron incluso más expeditas que las nuestras. A diferencia del caso ecuatoriano, en Perú, sin embargo, ningún candidato cuestionó la imparcialidad de las autoridades a pesar del estrecho margen.

Este contenido fue elaborado exclusivamente para Perú21 por el grupo de análisis político 50+1.