Elecciones 2016: Candidatos dicen que no creen en encuestas pero las utilizan. (USI)
Elecciones 2016: Candidatos dicen que no creen en encuestas pero las utilizan. (USI)

Redacción PERÚ21

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"No creo en las encuestas". "Las encuestas nunca aciertan". "Para mí, la verdadera encuesta está en la calle". Estas y otras frases son comunes en las semanas previas a una elección y las repiten, en su mayoría, los candidatos que resultan menos favorecidos en los sondeos de preferencia electoral. Pero ¿qué tan ciertas son estas afirmaciones?, ¿las encuestas en el Perú aciertan con el resultado de las elecciones? Pues parece que sí.

Según Alfredo Torres, presidente de Ipsos Perú, la experiencia peruana demuestra que por lo general las encuestas electorales van narrando bien los cambios en las preferencias de los electores y se acercan bastante a la foto final del día de la elección.

Repasemos la historia: en 1990, Mario Vargas Llosa ganó la primera vuelta y Alberto Fujimori la segunda, y ambos resultados fueron anticipados por las encuestas. En 2001, las encuestas midieron bien el apoyo del electorado a Alejandro Toledo y en el 2006 la ajustada victoria de Alan García en segunda vuelta. Lo mismo pasó en el 2011 con el apretado triunfo de Ollanta Humala sobre Keiko Fujimori; aunque se hablaba de un empate técnico.

Pero, pese a esos resultados, en el Perú la desconfianza en las encuestas aún es muy alta. Manuel Saavedra, gerente general de CPI, indicó que en parte eso se debe al descrédito que hacen los propios candidatos sobre las mismas. "Los candidatos, que son quienes deberían usar las encuestas para orientar mejor sus campañas electorales, no lo hacen y desacreditan los resultados", declaró.

Luis Benavente, director de Vox Populi, manifestó que si bien los candidatos dicen que no creen en las encuestas, las usan según su conveniencia. "En 2011, Luis Castañeda decía que había encuestas de 'todos los colores y olores', pero al final de la campaña sacó un spot en televisión en el que afirmaba que él era el único que podía vencer a Ollanta Humala y basaba su afirmación en las encuestas", indicó.

Agregó que en el 2011 Humala aseguraba que las encuestas se vendían como estampitas del Señor de los Milagros, pero, en su plan de gobierno de ese año aseguraba, basado en las encuestas, que el 80% de peruanos quería un cambio en el sistema económico. Lo mismo pasó con Pedro Pablo Kuczynski, que atacaba las encuestas, pero mantenía un spot de campaña que decía: "Sube, sube PPK", por supuesto, refiriéndose a que subía en los sondeos.

"¿En qué quedamos entonces, dónde está el principio de coherencia en estos candidatos? Ellos sí creen en las encuestas, pero las atacan de manera malévola para desprestigiarlas y ocultar que están mal en las preferencias del electorado", acotó Benavente.

¿HAY MANIPULACIÓN?Aunque manipular una encuesta siempre es posible, como en cualquier otro campo cuando no se hace un trabajo de calidad, en la investigación de mercados actualmente se sigue un procedimiento muy estricto para minimizar los errores.

Hernán Chaparro, gerente general de la encuestadora GfK, dijo que, por ejemplo, su empresa ya no hace las encuestas con papel y lápiz, sino que emplea una tablet o un celular para registrar las respuestas de los encuestados. "Eso nos permite geolocalizar las respuestas y controlar la calidad del trabajo de campo. Además, toda la data es pública y está colgada en la web de cada empresa", refirió.

Alfredo Torres afirmó que la mayoría de encuestadoras serias sigue el mismo procedimiento en sus investigaciones, con diferentes metodologías, y la parte más importante es la definición del diseño muestral, que significa diversificar bien la muestra para escoger una porción representativa del universo que se va a investigar.

Agregó que las encuestas no son una adivinanza. Cuentas cómo transcurre el proceso electoral, por lo tanto, las que se hacen semanas antes de las elecciones pueden tener variaciones, porque las campañas y los debates hacen que cambie la preferencia del electorado.

Benavente agregó, en ese sentido, que en el Perú el clima electoral es muy cambiante y, por ello, los resultados de las últimas encuestas que se pueden difundir en el país nunca serán iguales a los del día de la elección. "Se trata de un sondeo hecho siete días antes y al menos el 25% de la población define su voto en la última semana y un 14% lo hace el mismo día de la elección. Eso cambia el panorama", remarcó.

MUCHA FISCALIZACIÓNUrpi Torrado, gerenta general de Datum Internacional, agregó que las encuestadoras están fiscalizadas por el Reglamento Nacional del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que no solo pide que se publiquen resultados, sino textualmente la pregunta que se ha utilizado en una encuesta.

"Los que dicen que las encuestadoras no son transparentes o manipulan los resultados con la forma de hacer las preguntas, deben saber que eso es casi imposible. La pregunta, tal cual se hizo, está plasmada en el informe que se entrega al JNE y que contiene información detallada de la muestra", refirió.

Indicó que adicionalmente hay un grupo de 16 encuestadoras que forman parte de la Asociación Peruana de Estudios de Investigación de Mercado (Apeim), la cual ha establecido ciertas pautas para garantizar la transparencia del trabajo que realizan sus asociados.

EMPRESAS FANTASMASEmpero, no todas las encuestadoras siguen estos controles de calidad. Hay muchas que solo aparecen en procesos electorales y con resultados muy diferentes al resto de empresas. Aunque el JNE es riguroso con la publicación de resultados, no es suficientemente exigente al momento de inscribir a estas encuestadoras. "Más allá de la presentación formal de documentos, tendría que haber una visita del JNE a las oficinas de las empresas y ver que al menos tengan un local y no sean informales", dijo Torrado.

Saavedra agregó que cuando estas empresas publican sus resultados contradictorios con los de las compañías serias, generan dudas en la población. "En provincias hay muchas universidades que usan a los estudiantes para hacer entrevistas como prácticas, y partidos que tienen sus propias encuestadoras. Todas no tienen la metodología adecuada y no deberían de funcionar", puntualizó.

VOTO ESCONDIDO ES MÍNIMO EN PERÚ"Aunque en cada proceso electoral los candidatos que no van bien en las encuestas hacen mucha referencia al voto escondido, en el Perú ese tipo de voto actualmente no es muy significativo", aseguró el gerente general de CPI, Manuel Saavedra.

El experto declaró que el voto escondido se refiere al voto que el elector no expresa abiertamente por vergüenza o temor a alguna represalia. "Sin embargo, en el Perú es mucho mayor el voto mal informado, de gente que no sabe cómo votar, sobre todo en lo que corresponde al voto preferencial", dijo.

Alfredo Torres indicó que las encuestas de intención de voto y los simulacros de votación dan resultados muy similares, que están en el margen de error. "Por lo tanto, se puede decir que el voto escondido no existe", acotó.

¿SABÍAS QUÉ?

  • Según el registro del Jurado Nacional de Elecciones, actualmente hay 100 encuestadoras inscritas y vigentes para participar en el proceso electoral.
  • Para dar resultados de la elección presidencial, Apeim recomienda un estudio nacional urbano y rural con un mínimo de 1,200 encuestas, aunque GfK entrevista a 1,500 personas y CPI e Ipsos a 1,800.

*Empero, en países como Estados Unidos los estudios para la elección presidencial trabajan con muestras de solo 1,000 personas, pese a que su población es 10 mayor que la peruana.

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