“Tenemos que exigirle a la comisión especial que actúe con la máxima transparencia”, sostiene Eduardo Vega. (GEC)
“Tenemos que exigirle a la comisión especial que actúe con la máxima transparencia”, sostiene Eduardo Vega. (GEC)

Para , la conformación de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) debería marcar un antes y un después en el sistema de administración de justicia y las corruptas prácticas del desaparecido Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). La reforma, dice, debe ser profunda.

¿Cuáles son sus expectativas respecto del proyecto de ley orgánica de la Junta Nacional de Justicia (JNJ)?
La ciudadanía ha expresado, a través del referéndum, que tiene que haber un cambio sustantivo entre lo que fue el Consejo Nacional de la Magistratura y lo que tiene que ser la Junta Nacional de Justicia, y tiene que quedar claro que no podemos volver a lo que terminó siendo el CNM: una de las instituciones más corruptas. Antes se nombraba al amigo, al hermanito, con una supuesta transparencia que no había. Eso no puede repetirse.

¿Qué se requiere para eso?
Se tiene que notar un cambio sustantivo en tres elementos: la recuperación de la confianza ciudadana, la meritocracia y la honestidad y como tercer elemento juntaría dos cosas: la transparencia y la veeduría ciudadana; que la ciudadanía participe no solo para las tachas, sino para ver cómo se nombra a los mejores abogados como jueces y fiscales.

¿La publicación de las resoluciones de la JNJ es un buen primer paso?
Sí, es un buen paso y hay que hacerlo en todas las etapas del proceso de selección. Esa será la mejor garantía de que contamos con jueces honestos y transparentes, y de que se valora la meritocracia. Lo pongo con nombre y apellido: César Hinostroza aprobaba todos los exámenes porque eran de paporreta, el artículo tal, la ley tal; eso se aprende, pero no da ningún indicador de valor, de ética, transparencia y honestidad de la persona; eso es lo que tenemos que evaluar.

La JNJ, entre otras cosas, revisará los nombramientos de magistrados y todo lo actuado por el ex CNM.
Esa será una tarea central. Se habla de revisar dos mil nombramientos. Hay que identificar los casos más flagrantes, más grotescos, aquellos que tengan que ver con la Corte Suprema, y tratar de verificar si esos nombramientos están bien hechos o no. Hinostroza será uno de ellos, también el fiscal de la Nación.

A propósito del fiscal de la Nación, ¿le preocupa que integre la comisión que elegirá a los miembros de la Junta Nacional de Justicia?
Sí me preocupa. Cuando integré la Comisión de Reforma del Sistema de Justicia, fuimos muy conscientes de la situación y quisimos nombrar un colegiado que actúe con absoluta transparencia, poniendo por delante los intereses del país y no los intereses partidarios o subalternos, y si tienen un conflicto directo por alguna persona o candidato, tienen que ponerlo de manera explícita. Tenemos que exigirles a los miembros de la comisión especial que actúen con la máxima transparencia.

Chávarry entraña un riesgo en ese sentido.
Si el fiscal de la Nación tiene conflictos, que dé un paso al costado. Depende de él demostrar que está a la altura de lo que el país demanda de sus máximas autoridades. Hay un riesgo, definitivamente.

Chávarry es un voto de siete, pero podría aliarse con otros miembros...
Ojalá que no porque hay que dotar a esta comisión de la máxima transparencia para saber cómo está decidiendo. No hay modelo perfecto para elegir y crear este tipo de comisiones, (…) tenemos que cuidar este nuevo modelo y apostar a que quienes lo van a integrar lo hagan con la mayor transparencia y no para favorecer al amigo, al vecino o al partido tal o cual.
Con Chávarry podría darse la figura de tener al gato como despensero...
De hecho, se presenta una situación de conflicto de intereses muy clara. Lo ideal sería que sea consciente de esta situación y pueda, eventualmente, delegar (esta tarea) en alguno de los fiscales supremos sin cuestionamientos y que son muy pocos en este momento.

¿Puede hacerlo cuando la norma establece que debe ser el fiscal de la Nación quien integre la comisión especial?
Hay posibilidad de inhibiciones y se plantean también en el articulado (de la ley); siempre cabe esa posibilidad. La ética no puede ser vista como lejana a la ley. Es lo que decía Hinostroza: ‘Puede ser antiético, pero no es delito’. No. Lo ético es lo que guía la ley y cuando a un funcionario de ese nivel le pedimos que actúe con la ley, tiene que hacerlo con la ética en la mano.

En ese contexto, ¿cómo ve el caso de la jefa de la Oficina Desconcentrada de Control de la Magistratura, María Vidal La Rosa, quien es vista en una foto y parece integrar el círculo cercano a César Hinostroza?
Lamentablemente, ha estado infestado el Poder Judicial, era una maquinaria de producir jueces aliados para mantener privilegios y dádivas entre ellos; por decoro no deberían ser personas que tomen decisiones en casos importantes.

¿Debe apartarse del cargo?
Sí, por supuesto. El nivel al que hemos llegado de corrupción involucra a muchas personas y tienen que ser conscientes de no aferrarse al cargo y dejar que las instituciones resuelvan estos temas con mayor transparencia buscando a personas sin ningún compromiso ni cuestionamiento.

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