La situación conocida ayer, en la que un juez de la Corte Superior de Justicia de Lima es intervenido recibiendo una coima para pronunciarse a favor de uno de los procesados, es el ‘natural momentum’.
El ‘natural momentum’ lo podemos definir como la fuerza más la masa: (los hábitos, la gente, lo esperado, la costumbre, el ‘lenguaje’ conocido), que no tiene cómo detenerse con facilidad.
Superar esta situación solo se puede lograr con un largo trabajo, atención de los otros y, lamentablemente, sanciones sostenidas: una sanción social y otras penales.
Veamos un ejemplo. Este hecho es similar a manejar un vehículo con un par de tragos de más o escribir por el celular mientras se maneja, etc. “No habrá redada”, puede pensar la persona que lo hace.
Una cierta normalización del acto ilegal o corrupto (que por tanto se siente como menor) y una negación (como defensa psicológica) del riesgo (de ser descubierto). Al mismo tiempo, una ética íntima mal estructurada.