Colchado
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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Fabiola Valle/Oscar Quispe

Desde niño, veía a su padre vestir el uniforme de la otrora Guardia Republicana. Siempre quiso ser policía para llevar criminales ante la justicia. En los años 80 era seguidor de la serie policial Gamboa. En 1996, terminó en tercer lugar de su promoción en la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional. Un año después ingresó a la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote), pasó por la Dirección Antidrogas (Dirandro) y la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri). En 2012, integró el grupo que capturó al terrorista . Hace unos días, el trabajo de su unidad fue cuestionado públicamente en el Congreso tras la fallida detención del expresidente Alan García, quien terminó suicidándose. El oficial lamenta ese episodio y señala que solo cumplían órdenes. Nos recibe en su despacho tras hacer un alto en sus labores. No se guardó nada.

¿Qué define a un buen policía?
Quien habla ha trabajado en unidades de investigación criminal. El perfil de un investigador debe tener tres características: vocación, para amar su especialidad y así querer desarticular bandas y organizaciones criminales poniendo todo de tu parte y a tiempo completo; ser honestos, debemos ser íntegros porque uno puede ser muy capaz, pero si no eres honesto, vas a llevar esa capacidad para el mal; y tercero, la capacitación. Yo siempre le digo a mi personal que se autocapacite.

¿Cómo lleva la responsabilidad de dirigir la Diviac?
He tenido jefes que han sido muy probos en la Dircote y la Dirandro, pero te voy a dar dos nombres especiales: Esteban Saavedra Mendoza y Carlos Morán, nuestro actual ministro del Interior. Son personas que enseñan con el ejemplo. Lo que hago acá es decirle a mi gente que tienen los recursos, la capacitación y un jefe que los respalda. Por eso les pido que investiguen, caiga quien caiga.

¿A qué edad descubrió que quería ser policía?
Vengo de una familia policial. Mi papá fue policía de la Guardia Republicana y mi tío de la PIP (Policía de Investigaciones del Perú). Mi papá conducía el vehículo portatropa que trasladaba a los terroristas desde la carceleta hasta el penal Castro Castro. Recuerdo que yo siempre decía: ‘Ojalá que no lo maten’. En esa época había atentados permanentemente. Mi papá y mi tío me hablaban del conocido policía de oro Hugo Tello Infante, el mejor detective de la institución, quien inspiró la serie de los 80 Gamboa, un policía que descubría todos los delitos. Así también me nació la idea de ser un policía de investigaciones.

“Ojalá no lo maten”, decía usted sobre su padre. ¿Qué le dice ahora su familia?
Mi familia me respalda, pero siempre tienen un poquito de preocupación por los cuestionamientos de políticos y otros sobre nuestro método de investigación que se difunden en los medios.

¿Y usted qué les dice al respecto?
Las investigaciones son reservadas. Solo les digo que estén tranquilos porque yo trabajo dentro de un marco legal y dentro de la carpeta fiscal. El respaldo que recibo de ellos es importante porque imagínate que me digan “renuncia a ese trabajo”. Eso no ha sucedido. Mi papá me conoce y sabe cómo es el sistema policial y me respalda.

¿Qué grandes operaciones considera que destacan en su foja de servicios?
En mi primer año de alférez, trabajé en la Dircote analizando las informaciones de las escuchas de los micrófonos que estaban camuflados dentro de la residencia del embajador de Japón. El Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) se enteró de nuestro trabajo y pidió que envíen tres analistas para que hagan ese trabajo en el SIN. Me mandaron a mí con dos más. Mi jefe fue Roberto Huamán Azcurra. He visto a Vladimiro Montesinos en cuatro oportunidades porque entraba a nuestra oficina cuando había buena información. Con el hecho de ver ahí a varios jefes policiales y militares ponerse de manera servil con este asesor de ese entonces, te das cuenta cómo el principio de autoridad se resquebraja. Me daba bronca. Luego me devolvieron a la Dircote y destruyeron todos los documentos que acreditaban mi trabajo. Tenía que cambiar esta situación con un pensamiento de no corrupción.

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¿Qué otras operaciones se cuentan en su historial?
La otra operación importante que me marcó fue la captura de ‘Artemio’. Dentro de este caso, en 2008 sufrimos un atentado en el distrito de Aucayacu, en la zona del Huallaga. Venía de instalar unas antenas de radio para escuchas legales y nos emboscaron unos terroristas. Muere un superior, Ordóñez Golac, le decíamos de cariño ‘Edu’. Hasta entonces trabajábamos de madrugada y no escatimábamos esfuerzos. Después de ver el cuerpo de mi compañero en los brazos de sus familiares, dije: ‘Tengo que acabar con el terrorismo, pero también tengo que cuidar a mi personal’. Si traslado eso ahora, a mi personal lo mando con un buen sostenimiento logístico para que hagan su labor sin ningún inconveniente.

¿‘Artemio’ fue un objetivo difícil de atrapar?
Sí, demoramos seis años para capturarlo. Se incautó diversa documentación (cartas, planes, manuscritos) de la creación del Movadef (Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales) sobre el repliegue estratégico, la creación de este partido político con fines de formar nuevos cuadros a nivel nacional, y volver a la lucha armada.

Artemio es requerido por la justicia de Estados Unidos por delitos de narcotráfico. (Perú21)
Artemio es requerido por la justicia de Estados Unidos por delitos de narcotráfico. (Perú21)

Esta semana congresistas apristas y fujimoristas han cuestionado el operativo que se realizó en la casa del expresidente Alan García. ¿Se cumplieron todos los protocolos o hay algo que, ahora, cree que debió hacerse distinto?
Hay que tener en claro que el protocolo policial de allanamientos aprobado en 2014 indica paso a paso lo que tenemos que hacer. Señala, en el paso sexto, que “la autoridad policial podrá utilizar los medios técnicos que considere pertinentes. Pudiendo levantar planos, hacer fotografías y videos”. Es decir, si no filmábamos, no había ningún problema porque era opcional. En este caso, con una cámara con la que hacemos videovigilancia que es sin audio, se filmó (la diligencia de García). Si la suboficial no hubiera filmado tampoco me habría enojado porque la ley no me manda a que filme, aunque a todos les hubiese gustado que se haga eso. Tampoco se puede filmar ininterrumpidamente, solo se filma la parte más pertinente.

¿Le impactó la muerte del expresidente García?
Era un hecho impredecible que él se iba a suicidar. Pensábamos que, como era investigado por un delito de corrupción y siendo dos veces presidente, catedrático y abogado y, además, como nos abrió las puertas de su domicilio, pensábamos que iba a ponerse a derecho. Sin embargo, ya había tomado la decisión de suicidarse hace tiempo. Tomamos el hecho con sorpresa y aplicamos los protocolos establecidos en un suicidio. Es decir, llamar a la Policía de homicidios y al fiscal de turno.

A nivel personal, ¿cómo procesó ese suceso?
Yo he trabajado en la Dirincri (Dirección de Investigación Criminal), en Homicidios. He tenido compañeros que han fallecido a mi costado. La decisión que tomó esta persona no me ha impactado. Frustró la intención de llevarlo a la justicia porque todos queríamos como ciudadanos que se llegue a la verdad. Que vaya a un juicio y que se pueda defender.

¿Qué se sabe del suicidio de Alan García?
Cuando se autolesionó, se cerró el cuarto y se aisló la escena del suicidio. Se llevaron las armas de todo mi personal para que se hagan los peritajes correspondientes. También se realizó la prueba de absorción atómica, y los exámenes de balística forense salieron negativos. Además, se tomó las declaraciones a los efectivos. Imagino que en 20 días habrá un resultado del suicidio para que quede como constancia.

Se imaginó que trabajar con el equipo Lava Jato de la Fiscalía, que implica a diversas autoridades, tendría este tipo de repercusión en su institución...
Sinceramente, me tienen sin cuidado los cuestionamientos. Nosotros no trabajamos independientemente, sino dentro de una carpeta fiscal. Es decir, todos los actos de investigación que realizamos están dirigidos por el fiscal a cargo del caso. Hasta el momento, no tenemos ninguna denuncia por alguna investigación mal formulada.

Los han calificado como ‘policías políticos’...
Es un término que no existe en la institución. Detener a personas vinculadas a partidos políticos no te hace una policía política. Considero que eso es de los nazis o de gobiernos militares, pero acá estamos en un Estado democrático y constitucional. Ya quedó aclarado en el Congreso y hemos volteado la página. La persona (Carlos Tubino) ya pidió disculpas y ya no se habla más de eso.

¿Por qué los buscan para el caso Lava Jato?
Porque tenemos un prestigio ganado, y ganado a pulso con los resultados. Tenemos 75 megaoperativos realizados hasta la fecha y el doble de producción que la Dirincri y la Dirandro. Somos expertos en allanamientos con descerraje y detención de miembros de organizaciones criminales.

¿Qué es más complicado: investigar a las organizaciones vinculadas a los terrenos ilegales o a los que están vinculados en temas políticos?
Es más sencillo golpear a las organizaciones criminales vinculadas al delito urbano violento que a los que están vinculados a temas políticos. En el caso de los funcionarios hay que tener elementos de convicción más consistentes.

La corrupción se ha enquistado en todos los órganos de justicia. Prueba de ello es la red criminal Los Cuellos Blancos del Puerto.
Lo que se ha acreditado de la organización Los Cuellos Blancos es lo que se sabe de años. Es decir, la corrupción. El nombramiento de jueces y fiscales por el CNM (Consejo Nacional de la Magistratura) fue de conocimiento de muchos. Era un secreto a voces, pero no había cómo acreditarlo y esa fue nuestra oportunidad. Nos juntamos un policía, una fiscal, y un juez honesto. El resultado fue que logramos desarticular la organización y se dio a conocer. Aún hay más Cuellos Blancos en otros distritos judiciales.

A través de la prensa, se difundió el chat ‘La Botica’, integrado por el comité político de Fuerza Popular. Ahí se pudo leer que la congresista Rosa Bartra cuestionó su labor por haber implicado al entonces fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, con Los Cuellos Blancos...
El hecho de que me mencionen y critiquen nuestro trabajo no me preocupa porque nuestra investigación está en el marco legal. No me afecta. Quien no tiene rabo de paja no tiene por qué sentirse ofendido.

¿Qué ambiente se percibe en la Policía tras la salida del exfiscal de la Nación Pedro Chávarry?
Siento que los fiscales trabajan, están más tranquilos. Tienen el respaldo de la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, y si ellos están tranquilos, nosotros también. Hemos hecho una buena amalgama.

Tras los cuestionamientos, ¿su cargo está en riesgo?
A mí no me preocupa. En la Diviac no le tenemos miedo a nadie. Caiga quien caiga. Hemos investigado a Nancy Obregón (entonces congresista del Partido Nacionalista) cuando el señor Humala era presidente. Incluso, realizamos escuchas a sus teléfonos, ¿y ahora cree que vamos a tener miedo en un Estado democrático? ¡No! Me siento tranquilo. Todos somos iguales.

En su institución, ¿hasta dónde le gustaría llegar? ¿Cómo se ve de acá a cinco años?
Me gustaría comandar mi institución, ojalá se dé en el transcurso de los años.

Mientras tanto, tiene el respaldo hasta del presidente de la República, Martín Vizcarra...
Esta unidad se siente motivada sabiendo que su comando, el jefe de la Policía y el presidente nos respaldan. Eso significa que vamos por buen camino. Intentaron menoscabar nuestra moral, pero salió al revés. Nos han fortalecido y ahora trabajaremos con más ahínco. Nuestro comando ahora ha visto que golpear a estas organizaciones criminales genera una réplica que a veces puede ser malintencionada.

¿Su cargo no está en riesgo?
En ningún momento. Nadie de mi comando me ha hablado de cambios.

¿Tiene el apoyo logístico y humano necesario que necesita?
Somos 690 efectivos, pero no son suficientes. Necesitamos 150 más. Dentro de un mes se fortalecerá la unidad.

En solo una palabra, ¿qué me puede decir de estos personajes: fiscal José Domingo Pérez...?
Honestidad, capacidad y decisión a prueba de balas.

¿Carlos Morán, ministro del Interior...?
El ajedrecista.

¿Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular...?
No puedo opinar.

¿Presidente Martín Vizcarra...?

Valiente.

¿Expresidente Alan García?
La historia lo juzgará.