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El mensaje de Fiestas Patrias es un excelente momento para que el presidente recupere iniciativa y supere el 'infighting' con la oposición. Y enviar mensajes claros acerca de que la administración nacionalista gobernará hasta el último día de mandato es lanzar aire fresco al ambiente envilecido.
Superar la idea de un gobierno arrinconado es fundamental. No hay mejor manera de hacerlo que presentando alternativas para detener la crisis de seguridad ciudadana que afecta al ciudadano de a pie, a las empresas, a la economía y a la sociedad en general.
Asimismo, recuperar la confianza de los mercados para relanzar la inversión privada, el principal motor del crecimiento y la reducción de la pobreza, es otro gran asunto por resolver.
Pero, sobre todo, dejar en claro que en Palacio está el principal garante del cronograma electoral hacia el 2016 devolvería la cordura a un espacio público que se degrada denuncia tras denuncia.
