(GEC)
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Soy bastante escéptico sobre los discursos de 28 de julio. En términos generales lo que ahí se dice no es necesariamente lo que marca la vida política.

Exministro Carlos Basombrío sobre lo que espera para el mensaje de 28 de Julio

Los temas centrales hoy son bastante evidentes. Cómo recuperar el crecimiento económico, que pueda permitir disminuir la pobreza y crear más empleo formal. Cómo hacer un esfuerzo verdadero de rebajar la tensión nacional que creó la muerte de 69 personas en las protestas de enero y marzo.

Yo insisto en las 69 víctimas porque creo que los muertos como consecuencia de las protestas tienen que ser incluidos en la búsqueda de la verdad. A mí me gustaría que el Gobierno haga algo en ese sentido, pero no creo que lo vaya a hacer, tratando de enfrentar un problema que más allá de las marchas está en la conciencia nacional afectándonos a todos.

Una tercera cosa es cómo enfrentar seriamente a la corrupción. Creo que tendremos muchas declaraciones de compromiso, pero la práctica va por otro lado. Hay algunas sombras sobre el Gobierno en temas de corrupción, la última crisis de Essalud es muy chocante y creo que no ha terminado el problema.

Sobre la seguridad ciudadana nos van a decir que la Policía estará superequipada y que tendrán el apoyo, pero hay que ver la realidad concreta.

Lo otro es que se espera una reflexión de la presidenta respecto a qué le causa que según todas las encuestas, bajo muchas modalidades, el 80% de la población quiere que se vaya. Aunque tampoco creo que eso se vaya a producir.

Hay reformas que se necesitan, unas a nivel de Gobierno, pero las estrictamente políticas le corresponden al Congreso y se ve en la Comisión de Constitución.

Sin embargo, la mayoría de congresistas están en otros temas, como mantener sus privilegios, protegerse unos a otros, conseguir cuotas de poder; veo muy lejana la ocasión de dejar un legado positivo para el país.

Es difícil pronosticar qué sucederá en agosto debido a la inestabilidad política, no sé qué viviremos con el fenómeno de El Niño, qué consecuencias puede tener el no crecimiento de la economía, puede agravarse la guerra en Ucrania y que nuevamente no se exporten granos.

Lo que sí se puede decir es que hay un alto riesgo para Boluarte de que no dure hasta 2026, puede durar, pero no puede sentirse tan segura como alguno de su entorno le hace creer.