Diethell Columbus Murata. Abogado y Analista político. (Perú21)
Diethell Columbus Murata. Abogado y Analista político. (Perú21)

El escenario político que le espera al gobierno y al presidente, , no será el mejor, según el analista político . Las repercusiones del indulto a y el caso Lava Jato, considera, podrían poner al mandatario contra las cuerdas, a merced de la oposición de las fuerzas políticas del Congreso.

¿Qué temas volverán a tomar relevancia en la política nacional ahora que el Papa, que ya abandonó el Perú, no copará la atención?
Creo que lo que viene ahora, tras la visita del Papa, no es lo que el presidente y el gobierno esperan. No es una mágica instauración de un proceso de diálogo y reconciliación nacional posindulto al ex presidente Fujimori. Creo que lo que va a pasar es lo mismo que ocurrió cuando Perú clasificó al Mundial, la atención estuvo generalizada en ese tema, pero, pasada la circunstancia, volvimos a la agenda política nacional de todos los días.

¿Cuál será la agenda?
Dos cosas: el indulto a Alberto Fujimori, porque hay un tema en el Poder Judicial (PJ) para hacer un control de legalidad respecto a la gracia presidencial que se le otorgó, que tendría una incidencia en el caso Pativilca, y está la supervisión de la sentencia de Barrios Altos y La Cantuta ante la Corte-IDH y un posible pronunciamiento de esta. La segunda parte es el tema de Lava Jato, las declaraciones de Jorge Barata que generarán un remezón político sin precedentes porque corroborará a quién se le dio dinero, cuánto, en qué campaña, si fue de la Caja 2...

Respecto a la reconciliación que tanto menciona el gobierno, ¿cree que las fuerzas políticas acepten el diálogo que planteó la premier Aráoz?
Para hacer un proceso de reconciliación tienes que haber hecho un proceso de diálogo previo. El gobierno ha empezado al revés, dio el indulto y luego está llamando a dialogar. ¿Sobre qué vas a dialogar, sobre la decisión ya tomada?

¿La reconciliación es fallida desde el inicio?
Sí, claro. Por eso es que este es el gabinete de la desesperación, más que de la reconciliación. Están usando el cliché de diálogo y reconciliación para buscar un paraguas por la crisis posindulto. ¿Crees que el ciudadano de a pie, el que no está de acuerdo con el indulto, que cree que fue un negociado a cambio de salvarle el cuello al presidente, va a querer sentarse a dialogar con quien le ha mentido? Un gobierno débil, con un presidente desacreditado ante la ciudadanía, no puede convocar un proceso de reconciliación, más aún si el gobierno es el que ha encendido la mecha que nos ha polarizado más. El gobierno les echó limón a las heridas.

Durante la visita del Papa a Trujillo, taparon con plásticos las casas derruidas que no han sido rehabilitadas por el gobierno tras el paso del fenómeno de El Niño costero. Y es justamente con la reconstrucción con lo que podría el presidente recuperar puntos de popularidad. ¿Cómo analiza ese contexto?
Incapacidad absoluta. Han tenido casi un año en el que designaron a Pablo de la Flor, lo cambiaron, hicieron estudios. No supieron coordinar entre Gobierno Nacional y gobiernos locales. El gobierno piensa que todos son slogan de campaña. “Gabinete de lujo”, claro, porque eran de adorno. “Reconstrucción con cambios”, sí, cambios funcionales porque cambiaron a De la Flor. “Reconciliación y diálogo”, mentira, no habrá por la incapacidad del gobierno. El ciudadano quiere efectividad, que el gobierno tenga sensibilidad, que sepa lo que les está pasando y les dé soluciones.

Hace usted una radiografía de la situación del gobierno y del presidente. ¿Cuál es la salida, entonces, para que la actual gestión salga adelante?
A riesgo de que me digan golpista, creo que la solución sería que el presidente renuncie, asuma Martín Vizcarra, y que él recomponga el gabinete. El descrédito del presidente es como un hoyo negro que jalará hacia él a todos los que tenga en su entorno. Las fuerzas políticas, al menos las que votaron por la vacancia, supongo que no querrán reunirse con él porque estaban convencidos de que había temas de corrupción en el manejo del presidente.

¿Y por qué tendría que renunciar el presidente? ¿No bastaría con cuestionar a la premier, que es la jefa de gobierno?
Mercedes Aráoz ha hecho un esfuerzo por hacer bien las cosas. El problema ha sido que ha tratado de ponerse de costado en el tema del indulto. Dijo que es un tema del presidente, pero eso es un error. Ella tiene que tomar una posición y decir si le parece bien o no. Lo otro es que los voceros de las fuerzas políticas han manifestado que la premier está desacreditada. Si ella sabía lo del indulto, mintió, y si no sabía, es peor, porque quiere decir que es incapaz.

Es decir, no logrará coordinar ni dialogar con las bancadas del Congreso.
Las fuerzas políticas no van a querer dialogar con ella. Y creo que, en estas circunstancias, sería kamikaze que en el gobierno digan “vamos a plantear una cuestión de confianza”, que es lo que decían antes cuando se envalentonaban. La población lo rechazaría, porque vería eso como una leguleyada para poder salvarse.

El presidente ha dicho que no renunciará. ¿Qué puede llevarlo a cambiar de postura, el caso Lava Jato?
No se puede vaticinar por qué va a caer el presidente, pero yo estoy convencido de que va a caer, ya sea por Odebrecht, por la comisión Lava Jato, porque se sepan los vínculos con cualquier otra empresa, por el indulto o porque le dio un resfrío. El presidente ha llegado a un punto en el que no va a poder recuperar su credibilidad y difícilmente podrá gobernar porque tendrá a la oposición respirándole en la nuca. La calle, que era el único aliado que le quedaba, está en su contra por la forma en que se dio el indulto. El presidente ha dicho que el problema del Perú son los políticos; sí pues, los políticos como él. A veces pienso: “Dios mío, hubiese seguido Humala”. He llegado a querer que siga el mandato de Nadine.

AUTOFICHA

- “Soy abogado por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Tengo estudios de maestría en Solución de Conflictos por la Universidad San Martín de Porres. Tengo postítulos en Gobernabilidad y Gerencia Política por la PUCP y GWU y en Administración y Gestión Pública por el CAEN”.

- “Actualmente soy docente de la Facultad de Derecho de la Universidad San Martín de Porres (USMP). También soy director del Instituto Peruano de Estudios Gubernamentales y Sociales, y asesor de la Comisión OCDE del Congreso de la República”.

- “Tengo 36 años y he desempeñado cargos gerenciales en el sector público desde que tengo 25. No deseo ser políticamente correcto. Prefiero ser honesto y decir lo que realmente pienso y siento. Anhelo un mejor Perú que cobije a mi hija Macarena y a los hijos de todos nuestros compatriotas”.