Urresti se ve a sí mismo como “un león que peleará hasta su último aliento” (USI)
Urresti se ve a sí mismo como “un león que peleará hasta su último aliento” (USI)

Redacción PERÚ21

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Mientras sorprende con un inesperado ascenso, el viejo conocido del nacionalismo, Daniel Urresti, experimenta un descenso crítico . Se encuentra casi en el último lugar de la fila (0,7%) y es superado por figuras como Alejandro Toledo (1,6%) y Gregorio Santos (1,1%).

Pese al desánimo que podría generar su situación, el candidato continúa en carrera. No renunciará, al menos eso dice. Urresti se ve a sí mismo como "un león que peleará hasta su último aliento". Hasta tiene una gráfica comparándose con el referido animal. El eslogan: Ruge por su pueblo.

Voy a renunciar?NO! Soy un león q peleará hasta su último aliento, ganare mis votos con campaña cara a cara las 24 h — Daniel Urresti (@DanielUrresti1)

"EL PASIVO DE LA MEDIOCRIDAD"En Twitter expresó que no aparece en las encuestas porque no puede pagarle a 30 periodistas para que cubran sus actividades.

Para la abogada Fátima Toche Vega, Urresti no puede subir en las encuestas por "el pasivo de la mediocridad del gobierno nacionalista, además del escándalo de las agendas de la primera dama Nadine Heredia". No "tiene una sola propuesta de gobierno novedosa o siquiera bien planteada".

Cristina Quiñones, MBA, consultora especializada en insights del consumidor para la innovación de marketing, también resalta que el candidato fue relegado por su "pesada mochila"(la afiliación al gobierno y a Nadine).

"No tiene el respaldo de la propia presidenta de su partido… menos puede aspirar a tener el respaldo de la población. Se le ve solo y abandonado", expresó y agregó que el candidato presidencial parece tener mucha rabia contenida. Daniel Urresti, en opinión de Quiñones, no entiende su situación y proyecta desconcierto.

"El desgobierno dentro del partido nacionalista, puesto de manifiesto en las marchas y contramarchas con su lista parlamentaria, también le juega en contra", precisó Toche.

Urresti cree que no aparece en las encuestas porque no imaginó que cada punto, según su tuit, costara tanto. Y añade que solo podría pagarlo alguien respaldado por una mafia, dando a entender que los candidatos Keiko Fujimori, Julio Guzmán y Pedro Pablo Kuczynski, primer, segundo y tercer lugar en la última encuesta, respectivamente, estarían recibiendo "dinero sucio".

"De ninguna manera me convertiré en delincuente para llegar a ser presidente. No he aceptado ni aceptaré dinero sucio para campaña", aseveró el exministro. Así es como mantiene una imagen de político impecable ante el electorado.

"Si bien su estilo gustó como Ministro del Interior, no tuvo ninguna acción efectiva que impacte en la reducción de la inseguridad ciudadana. A su vez, es cada vez más lejana en la memoria de los votantes su actuación como Ministro del Interior", replicó Toche.

Urresti también arremete contra la prensa en la red social. Alega que solo en una de cada cinco entrevistas puede dar a conocer una propuesta. Toche explica que es el candidato quien no ha sabido aprovechar sus apariciones en medios, pues "se ha mostrado prepotente y se ha limitado a confrontar a sus entrevistadores y no a plantear propuestas".

"Su campaña se limita en atacar a Alan y Keiko, no es en lo absoluto propositiva", agrega. Quiñonez concuerda en que a Urresti se le ve confrontacional.

¿Por qué postuló entonces? El candidato sostiene que tuvo "la loca idea de que la honestidad sería apreciada como una gran virtud para ser presidente". Y es que no tiene, según escribe, US$150 mil mensuales para pagarle a un equipo de redes sociales que logre hacer que aparezca hasta en "Angry Birds".

Urresti solo aparece dos veces en el informe de GFK. En la segunda mención, en el espacio de "conocimiento e imagen de los candidatos", se indica que el candidato está entre los más y menos conocidos. Está justo en el medio, con un 61%, superando a Verónika Mendoza y Renzo Reggiardo. Pero la intención de voto demuestra que el más conocido no siempre brilla.

Por Kevin Morán ( en Twitter)

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