Una mirada a la votación de la confianza en el Congreso confirma lo inesperado: la militancia de Elizabeth Galdo en Avanza País no habría sido determinante para su inclusión en el gabinete Adrianzén. Eso explicaría el resultado dividido en la bancada, con cuatro votos de abstención. No solo porque los congresistas aludidos no eran cercanos a la militante, sino porque su perfil profesional sugiere que no llegó por la lógica de cuotas.

La sorpresa, sin embargo, no fue su llegada. Fue la salida de Juan Carlos Mathews de la cartera de Comercio Exterior y Turismo, en plenos consolidaciones de TLCs con Hong Kong, China, Tailandia y la India.

“Ni siquiera he preguntado”, dijo Mathews sobre las razones de su salida. “Cuando toman una decisión de ese tipo, dado que es un cargo de confianza, lo que suelo decir es ‘muchas gracias por la oportunidad de servir a mi país’”, explicó. Su salida fue anunciada en privado por el premier Adrianzén. Al cierre de esa misma tarde, la presidenta se acercó a despedirse afectuosamente.

Similar situación ocurre con Ángel Manero, flamante ministro de Desarrollo Agrario y Riego. Manero está afiliado al Partido Morado desde el 2019, pero claramente esa militancia no se ha traducido en votos de sus ex militantes.

Tras juramentar como nuevo titular del Midagri, algunos militantes del Partido Morado exigieron la expulsión inmediata de Manero. Según explicaron, se trata de una decisión individual y la organización política no está implicada. “Este militante ha tomado la decisión de ser ministyro del gobierno asesino de Dina Boluarte a título personal, sin consultar ni con el comité político ni con el CEN del Partido Morado”, publicó Guillermo Flores Borda en X, antes Twitter. “Me sumo a lo dicho por Flores Borda, miembro del comité político del Partido Morado, y me preocupa, aunque no me extraña, la tibieza de la posición del secretario general”, dijo por su lado Aldo Solari. “El señor Angel Manero debe ser expulsado del partido y no esperar a que renuncie. Si como militantes y dirigentes no hacemos respetar a la institución, ¿quién lo va a hacer? Señores del tribunal de ética, procedan de oficio”, presionó.

MUJER Y PARTIDO

El caso de Ángela Hernández es particular. La nueva ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables asumió anteriormente el cargo de confianza de asesora II del Despacho Viceministerial del mismo ministerio cuando lideró la cartera Grecia Rojas Ortiz. Asimismo, fue directora ejecutiva del Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual, y directora general de la Dirección General de Familia y la Comunidad del MIMP. Incluso fue representante del Perú en el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Belem Do Pará de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Su formación es en derecho penal y ciencias políticas. Menos caviar y más pro familia, si cabe el término. Y para felicidad de Renovación Popular.

En un comunicado, Somos Perú confirmó que la nueva ministra de la Mujer está afiliado al partido, pero insistieron en que “no tiene actividad política desde hace varios años, por lo tanto, no significa ni una cuota de poder ni cogobierno”. Los votos, sin embargo, hablan por sí solos.

CRISIS INTERIOR

El proxima problema del gabinete Adrianzén podría venir por el sector Interior, para variar. Y no solo por la acusación fiscal que afronta por corrupción, como lo reveló Perú21. Como lo contó este diario, habría habido un presunto direccionamiento de contratos cuando Ortiz dirigía la caja de pensiones PNP. Por ello, el titular de la cartera enfrentaría un inminente proceso judicial por la acusación de colusión y negociación incompatible, por su etapa como Jefe de la Dirección de Pensiones de la Policía, en el 2015.

Además de ello, voces informadas de la policía sugieren que tendría un complejo historial médico, a salvo del escrutinio público gracias al secreto profesional.

CAMBIOS FUTUROS

El cubileteo de cargos logró pasar el escollo del pedido de confianza. Y es más que probable que supere las sendas mociones de censura que penden como una espada de Damoclés sobre dos ministros. Sin embargo, no serían todos los cambios que se vienen. Algunos de los sobrevivientes al gabinete Otárola han manifestado su incomodidad con esta nueva etapa Adrianzén. Primero, por los acercamientos del ex premier para tentar un regreso al poder, entre triunfal y arrepentido. Su visita para la entrega de cargo zamaqueó a más de un ministro. Y el armisticio no ha gustado entre ciertos exrivales del expremier. Y segundo, por las fallidas explicaciones en torno a la bisutería presidencial. La fantasía exhibida y las maromas de prestaciones y ‘waykis’ de última hora no habrían dejado satisfecho a más de un ministro.

Las últimas entrevistas del premier tampoco han gustado. Tanto la que le concedió a Mónica Delta en Punto Final como la que le brindó a Fernando del Rincón de CNN. Se viralizaron los silencios.

Voces interesadas pero informadas sugieren que el ministro Arana busca pescar a río revuelto en medio del caos, con miras a julio próximo. No es el único con apetitos postergados. Demartini y Maurate no serán convidados de piedra. Y los otros voceados reemplazos de Otárola no descartan el interés por sacarse el clavo.

Por supuesto, aún es muy pronto para Fiestas Patrias. Queda por ver la muñeca (sin reloj) del premier Adrianzén.

QUINTO PISO

En las alturas de la Fiscalía de la Nación hay preocupación. Saben que el allanamiento traerá cola. Y en más de un sentido. La pax que se había conseguido se ha terminado por desmoronar. Y ya sabemos qué pasó la última vez que un premier se peleó con una Fiscal de la Nación.

Desde otras latitudes, se prepara una denuncia desde la periferia de la ex Fiscal de la Nación. El misil iría teledirigido al edificio de la Av. Abancay. Poco importa que el actual titular sea compañero de base en Ica. Cuando la guerra se desata, el fuego graneado sale con todo, incluso entre compañeros de un mismo partido.