(Gestión)
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Redacción PERÚ21

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Siguen enfrentados. El contralor Édgard Alarcón devolvió el golpe al ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, quien, el fin de semana, lo llamó "novato" por sus cuestionamientos a la compra de más de 2 mil patrulleros para la Policía Nacional.

"Quizás soy novato o nuevo, que es el sinónimo, porque tengo 28 días en el cargo, pero los casi 20 años en la (Oficina de) Control, en Auditoría (de la Contraloría) me ha hecho que desarrolle el olfato y (pueda) oler con mucha claridad la corrupción a futuro", expresó el funcionario a los periodistas.

Desde Ica, sostuvo que "a veces los ministros se pican" porque le tocan su sector. "No estoy diciendo que (Pérez Guadalupe) sea el responsable, sino que advierto que a la persona que le delegó la responsabilidad puede haber tomado una mala decisión. El control es incómodo, pero es necesario para mejorar la gestión pública", sentenció.

Alarcón subrayó que mientras se encuentre al frente de la Contraloría "no permitirá que ningún ministro, alcalde o autoridad regional cometa actos irregularidades, así me digan novato".

Reiteró que en su informe sobre la adquisición de los vehículos solo alertó al Ministerio del Interior aspectos que deberían corregirse para no tener problemas.

"Definitivamente soy un técnico, trabajo en la Contraloría por casi 20 años y no voy a entrar en la discusión política (con el ministro). Yo observé un proceso de compra de patrulleros. Ingresaron 200 a la fecha, fuimos a verificar y en ese lotes encontramos algunas deficiencias, debilidades y riesgos", insistió.