La congresista María Cordero Jon Tay se vio envuelta en un nuevo escándalo tras la emisión de un reportaje del programa Punto final, que reveló que usó a un trabajador de su despacho en el Congreso para atender asuntos personales.
El programa muestra al trabajador de Cordero, identificado como Ronald Castillo Rojas, ingresar a la sede de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI) en el distrito de Miraflores. La APCI es una entidad perteneciente al sector Relaciones Exteriores, cuya labor es supervisar la actuación de las ONG.
Precisamente, Castillo Rojas fue a la APCI para atender un tema relacionado a la ONG Amistad Perú Latinoamericana, sancionada por la APCI y en la que la congresista figura como representante legal. Minutos después acudió al lugar la propia parlamentaria, aunque cubierta con una mascarilla y sin registrarse en recepción.
Si bien el abogado de Cordero señaló que la parlamentaria ya no ocupa dicho cargo desde 2020, lo cierto es que, al enviar a su trabajador, estaría usando recursos públicos para atender asuntos privados, lo que podría configurar delito de peculado, de acuerdo al penalista Luis Vivanco.
Cabe mencionar que en abril de este año la congresista se vio implicada en un escándalo por recortar el sueldo de sus trabajadores para beneficio personal, lo que le valió el apodo de ‘mochasueldos’ y la expulsión de la bancada de Fuerza Popular.