Paloma Noceda renunció a Fuerza Popular en julio del año pasado. (GEC)
Paloma Noceda renunció a Fuerza Popular en julio del año pasado. (GEC)

No importa dónde estés o quién eres, ser mujer en el Perú se está convirtiendo en sinónimo de olvido, indiferencia y muerte. Y es que recurrir a la justicia en nuestro país ahora resulta también sinónimo de impunidad. Los resultados: 2018 cerró con la espeluznante cifra de 149 feminicidios y, al 24 de enero de este año, ya van 14 de estos asesinatos de odio. Además, a diario, somos testigos de un gran número de mujeres que son víctimas de maltratos físicos y verbales de sus esposos, enamorados y hasta de sus ex parejas. Y no olvidemos el acoso al que, a cada instante, deben enfrentarse en las calles, en un bus, la universidad y hasta en el Congreso.

ENTREVISTA A PALOMA NOCEDA

Era sábado y se realizaba una sesión plenaria para debatir el caso de Moíses Mamani por tocamientos indebidos cuando la congresista pidió la palabra para contar una historia que causó sorpresa e indignación: narró los detalles de cómo fue víctima de acoso por parte de un colega. Días después hizo oficial la denuncia ante Ética contra el fujimorista

El lunes se votará el informe final por la denuncia que hizo contra el congresista Luis López (FP).
Sí, y me preocupa el informe final que vaya a emitir la Comisión de Ética. Lo que sucede es que el día 14 de enero él fue a dar su descargo y dijo algo totalmente distinto a lo que contó el 2 de enero, cuando admitió que me había tocado. Incluso, ese 14 fue con un abogado que pertenece a la Comisión de Fiscalización (de la que es presidente).

¿No confía en los miembros de Ética?
Ese 14 dejaron que su abogado haga un juego sucio. Incluso dejaron que el congresista se hiciera la víctima; ahora él amenaza con querellarme. Hay indiferencia de algunos miembros de Ética porque algunos pertenecen a Fiscalización. Entonces, pienso que hay amiguismo.

¿Sospecha de un blindaje?
Sería una cosa vergonzosa que se use a la Comisión de Ética para el blindaje. Pero sí me atrevo a denunciar que hay amiguismo, lo que me hace pensar que huele mal lo que va a salir en el informe. López Vilela llegó ese día muy tranquilo a la comisión y eso me causa preocupación.

¿Y si archivan la denuncia?
No me he puesto en esa situación, pero si no fuera favorable para mí, vería la manera de seguir adelante con este tema. No voy a dejar que quede ahí, tendré que buscar una forma.

¿En algún momento se arrepintió de poner la denuncia?
Nunca me arrepentí de denunciarlo, porque mi caso sirve de ejemplo para ver todo lo que debe pasar una mujer cuando hace una denuncia.

¿Qué tuvo que pasar?
Todo tipo de cuestionamientos. Salió incluso el machismo que tienen algunas mujeres que defienden a las personas que cometen estos actos.

El día que hace público el caso en el Pleno, varios congresistas se acercaron a su escaño para mostrarle su solidaridad. ¿Varió eso con el paso de los días?
En un primer momento hubo solidaridad por parte de varios colegas, incluso algunos de Fuerza Popular, pero después, cuando se enteraron de quién se trataba, algunos cambiaron totalmente.

¿La trataron distinto?
Me hacían comentarios machistas y me preguntaban “¿por qué le haces daño?”. Me pareció lamentable porque se normalizó una agresión.

¿En algún momento él trató de disculparse?
Cuando se hizo pública la noticia, trató de conversar vía Whatsapp conmigo, pero no le respondí.

Salió una congresista a decir que también fue víctima de acoso pero que “supo cuadrarlo”. ¿Cree que quiso desprestigiar su denuncia?
Eso de que “yo sí sé defenderme” me parece una falta de empatía, porque todas las mujeres reaccionamos de manera distinta ante estos hechos. Cuando él me hace el masaje asqueroso, yo quise increparle, pero me atarantó como un ladrón al descubierto.

Usted calló por dos años. ¿Qué le diría a quienes ahora son víctimas de acoso?
Yo hablé por indignación al ver que se quería blindar a Mamani, pero sí le digo a las mujeres que pasan por esto que no callen, que ahora el acoso es un delito. Yo cuando hablaba en el Pleno, recordaba el momento y sentía asco, pero una vez que lo dije, me liberé, y esa sensación de liberación ayuda.

Datos
* Noceda presentó como testigo al congresista Luis Galarreta, a quien le contó, en agosto de 2016, que había sido víctima de “un masaje asqueroso” en la espalda sin su consentimiento.

*Galarreta dijo que trasladó la queja a su colega López.