El cazador de Abimael Guzmán asume la inteligencia contra el crimen

En el Perú existen más de 1,400 comisarías, miles de agentes de seguridad encubiertos y cientos de operativos de inteligencia ocurriendo a cada hora. Es decir, hay un mar de datos generados sobre las actividades ilícitas que azotan nuestro territorio.

Esta información es la base del trabajo de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin), que ha sido clave para detectar y desarticular bandas criminales como Los Cuellos Blancos del Puerto, Los Intocables Ediles de La Victoria, Los Piratas de Puerto Pizarro, solo por mencionar las más recientes.

La data, además, sirve para tener un diagnóstico en tiempo real de todos los riesgos de seguridad que amenazan la tranquilidad de los peruanos y, por lo tanto, tener la posibilidad de que el Estado actúe. Desde el pasado jueves, el responsable de Digimin es José Luis Gil Becerra, ex miembro del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN).

EL CAZADOR DE SENDERO
José Gil sirvió a la Policía durante 28 años. Pasó al retiro con el grado de mayor. Cuando celebraba su cumpleaños 26, fue convocado para formar parte del grupo que terminaría capturando a la cúpula de Sendero Luminoso en 1992.

El perfil analítico de Gil llevó a que Benedicto Jiménez, líder del GEIN, le encargara estudiar el material que se obtenía de los operativos antisubversivos. Por eso, Gil participaba en las reuniones en las que se planificaba la estrategia para capturar al genocida Abimael Guzmán. Junto a su colega Guillermo Bonilla, manejaba toda la base teórica con la que Sendero Luminoso operaba.

Tras la desaparición del GEIN, Gil fue destacado a diferentes regiones del Perú. Estuvo varios años de servicio en Iquitos, donde conoció el flujo del narcotráfico en la ruta del Putumayo y la zona de triple frontera. En 2014, ya retirado de la Policía, fue jefe de escolta del entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y del secretario general de la OEA, Miguel Insulza.

En 2017 Gil y otros 85 miembros del GEIN fueron distinguidos con la Medalla al Defensor de la Democracia en el grado de Mayor Cruz, al cumplirse los 25 años de la captura del siglo. 

Su interés en contrarrestar la delincuencia y ordenar la ciudad lo llevó a una reciente postulación a la Alcaldía de Lima que no prosperó. Ahora, el agente que interrogó a la cúpula senderista tiene el reto de luchar contra el crimen organizado con suma inteligencia.

LA DIVIAC TENDRÁ MÁS RECURSOS ECONÓMICOS
El ministro del Interior, Carlos Morán, anunció que brindará más recursos y personal a los grupos especiales de investigación de la Policía.

En una reunión al lado del nuevo comandante general de la Policía Nacional, José Lavalle, y los jefes de la División de Investigación de Alta Complejidad (Diviac), Harvey Colchado, y a la Dirección Antidrogas (Dirandro), Héctor Loayza, aseguró que respaldará el trabajo con el que se ha logrado desbaratar importantes bandas criminales.

En el transcurso del mes, más agentes se sumarán a la Diviac para repotenciar la investigación contra el crimen organizado. Perú21 informó esta semana que, por lo menos, esta división necesita 200 policías más.

En la reunión también participaron los jefes de la Digimin y la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional (Dirin). Ambos recibieron la tarea de mejorar el nivel de coordinación y articulación entre sus unidades.