Cateriano: desde las cartas apócrifas al Vaticano hasta su viaje a Uruguay

Pedro Álvaro Cateriano Bellido, sin duda, es un ministro que llega con sus propios reflectores, a diferencia de sus dos antecesores, que estuvieron al lado del presidente Martín Vizcarra.

A los 32 años, en 1990, se convirtió en diputado por el Frente Democrático, una coalición de partidos, liderado por el escritor Mario Vargas Llosa. Desde entonces, realizó su carrera política como el más ferviente opositor del expresidente Alan García.

Hoy por hoy, el aprismo lo recuerda como uno de los principales causantes de que se le negara el asilo en Uruguay al fallecido expresidente. Cateriano viajó a ese país para presentar su libro El caso García cuando Montevideo estudiaba el pedido de asilo político del hoy extinto líder aprista.

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“Esa visita posiblemente haya influenciado para que se niegue el asilo, porque el asilo ya estaba conseguido con los resultados posteriores que conocemos”, recuerda el dirigente aprista Jorge del Castillo.

El caso Cateriano

“Su fama como político beligerante y ¿escandaloso? le precede una y otra vez”, escribió en 2015, sobre Cateriano, el economista y sociólogo Gonzalo Alegría, al asumir el premierato durante el gobierno de los Humala Heredia. Hoy, cinco años después, su fama sigue siendo la misma.

Dentro de esa aura hay episodios que Cateriano quisiera olvidar, como el de las cartas falsas al Vaticano, protagonizado también por su colega del Frente Independiente Moralizador Fernando Olivera.

Cateriano fue viceministro de Justicia (2001-2002) de Olivera durante el gobierno de Alejandro Toledo.

“Cateriano fue el creador del escándalo de las cartas apócrifas que recibió de un confidente secreto, en las cuales el cardenal Juan Luis Cipriani supuestamente solicitaba a Paniagua la eliminación de los videos que lo vinculaban con Montesinos. Su jefe Olivera incluso las presentó al Vaticano”, recuerda Gonzalo Alegría en un artículo.

Desde la Santa Sede se advirtió que las cartas con las que se intentaba desacreditar a Cipriani eran falsas.

“Un alto funcionario del Vaticano me mencionó que Olivera dio por auténticas las cartas. No fue (al Vaticano) a consultar si eran verdaderas o falsas. De frente pidió sanción contra el cardenal”, declaró Cipriani en la Fiscalía.

El testimonio del prelado también señaló que Olivera y su viceministro, Pedro Cateriano, le habían manifestado que ellos conocían quién las había entregado las cartas falsas.

Sin embargo, nunca pudo revelarse al autor de los documentos, porque todo fue armado en el Ministerio de Justicia. Días después, Toledo tuvo que visitar a Cipriani para decirle que desconocía el viaje de Olivera al Vaticano.

‘Popy’ Olivera le dedicó unas líneas en la revista Caretas a su exviceministro cuando este llegó al gobierno de los Humala Heredia: “Se fue cuando hubo el problema de Arequipa (‘Arequipazo’, 2002)... Eso no se hace en medio de una crisis política. El Comercio había pedido que Beatriz Merino encarnase el poder real y Toledo se convirtiese en una figura decorativa. Merino empezó a repartir carteras. Y Cateriano, que se moría por ser ministro, ya estaba apuntado para Justicia. Pero tú no puedes estar en juegos paralelos a espaldas del presidente, pues. Luego llega el cambio de gabinete y desde ahí quedó resentido. Y, bueno, con Humala lo ha logrado, ¿no?... Gracias al padrinazgo de Vargas Llosa”.

En el gobierno humalista, Cateriano no solo despachaba con Ollanta, sino también tenía muy de cerca a la primera dama: “No ha cometió usurpación de funciones, solo opinaba”, dijo en 2016 Cateriano de Nadine Heredia, sobre quien pesa un pedido de prisión preventiva por el caso Odebrecht.

DATOS

• Pedro Cateriano nació en Lima en 1958. Se recibió de abogado en la Facultad de Derecho de la PUCP.
• En 2012 fue nombrado ministro de Defensa por la pareja Humala Heredia. El caso de la compra de helicópteros rusos aún lo persigue.

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