Caso Madre Mía se reactiva y no descartan citación de Ollanta Humala

El caso Madre Mía, dirigido por la fiscal Edith Chamorro, también se ha visto afectado por la pandemia del COVID-19, pero la investigación también se está reactivando después de haber sufrido un retraso porque la mayoría de testigos que identifican al expresidente Ollanta Humala como el capitán Carlos se encuentran entre la selva de Tingo María y Pucallpa, y con muchas dificultades para dar sus testimonios vía remota.

Sin embargo, el Ministerio Público diseña una estrategia para reprogramar algunos testimonios y diligencias importantes. En estas también participará el abogado de Humala, Edison Huamán. Es por eso que ahora la Fiscalía tiene que coordinar también con el letrado las fechas para tomar las declaraciones a los testigos que faltan.

Estos testigos y colaboradores tienen que crear un correo electrónico para mantener, vía remota, comunicación con la Fiscalía. Además, se busca también que los oficiales de la época terminen de brindar sus declaraciones.

La tesis del Ministerio Público sostiene que en la época en la que el Capitán Carlos dirigió la Base Contrasubversiva de Madre Mía ocurrieron torturas y desapariciones de personas en la localidad (límite entre las regiones San Martín y Huánuco).

La investigación de Chamorro aún continúa en etapa preliminar, pero Humala podría asomar pronto por su despacho porque varios testigos lo reconocen como el temible Capitán Carlos.

La Fiscalía de Derechos Humanos quiere terminar de recabar todos los elementos para llamar a declarar a Ollanta Humala. Esta citación podría darse dentro de la etapa preliminar. Fuentes del Ministerio Público señalaron que no se necesita que la pesquisa esté en etapa preparatoria; el expresidente podría desfilar por la Fiscalía pronto para que realice un primer descargo.

El Equipo Forense Especializado del Ministerio Público logró exhumar 18 cuerpos. El primero de ellos, en junio de 2017, fue el de Edgardo Isla.

Isla fue exhumado en el centro poblado de Yanajanca, a solo 10 minutos de Madre Mía. Según los pobladores de Yanajanca, Edgardo era un motorista que trabajaba sobre el río Huallaga y, las tropas de la base del capitán Carlos lo torturaron el 25 de junio de 1992. Le cortaron las orejas y lo mataron acusándolo falsamente de ayudar a los terroristas a cruzar el río Huallaga el día de la fiesta de San Juan. Su cuerpo fue tapado solo por arbustos; horas después, su madre encontró el cadáver en la cancha de fútbol del pueblo y lo enterró en el mismo lugar.

Después de esa exhumación vinieron 17 más, pero también hubo excavaciones en donde los colaboradores afirmaban que había cuerpos enterrados; sin embargo, en algunos casos la fuerza del río Huallaga y los ríos de la zona habían borrado las fosas.

Muchos de los testigos de la Fiscalía se encuentran bajo el programa de protección por miedo a represalias del entorno de Humala.