El fiscal Wilson Salazar formalizó esta semana investigación preparatoria contra Joaquín Ramírez, exsecretario general de Fuerza Popular (FP), a quien imputa el delito de lavado de activos.
En la audiencia que se realizó ayer en la Sala Penal Nacional ante el juez Víctor Zúñiga, el fiscal informó al Poder Judicial la formalización de la investigación vinculada a un posible desbalance patrimonial.
Ramírez, uno de los principales financistas de la campaña de FP en 2016, es investigado por la compra de dos casas de más de US$2 millones. También, el Ministerio Público indaga la supuesta entrega de US$15 millones de parte de Keiko Fujimori, como lo afirmó el piloto Jesús Vásquez, supuesto colaborador del Departamento Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
El fiscal ha solicitado una serie de diligencias. Entre ellas realizar peritajes a las cuentas de su hermano Osías Ramírez, actual congresista, y de la propia Keiko Fujimori.
Una tesis del Ministerio Público es que la plata que llegó a Joaquín Ramírez se invirtió en el negocio de los grifos en donde su hermano era el representante.
El HERMANO CONGRESISTA
Osías Ramírez es gerente general de la empresa Compañía General de Combustibles (Cogeco). Otra tesis de la Fiscalía de Lavado de Activos es que los grifos de Cogeco habrían servido para lavar el dinero que ingresó a las cuentas de los Ramírez.
En abril de 2018, una investigación del periodista Jaime Chincha demostró que Cogeco y trabajadores de las empresas de los Ramírez fueron aportantes de Fuerza Popular. También se reveló que el exfinancista de Keiko Fujimori logró crear una universidad que en estos momentos busca obtener la licenciatura de la Sunedu.
En su momento, Osías Ramírez ha dicho que el origen de su dinero se debe al esfuerzo que desde niños han hecho y que todo está sustentado en el Poder Judicial. Sin embargo, el fiscal tiene indicios reveladores de la existencia de un delito y ha puesto contra las cuerdas a Joaquín y sus allegados.