La presentación de Villanueva estuvo en la línea con el discurso del presidente de la República. Se nota una coordinación precisa, en donde se llama al diálogo pero también se señala un liderazgo propio del Ejecutivo que no veíamos hace mucho tiempo. Es lo que corresponde para, de una vez por todas, empezar a resolver los problemas grandes que tiene el Estado en la lucha contra la corrupción y por la institucionalización del propio Estado.
Hizo bien el premier en amarrar la confianza a que las reformas constitucionales vean la luz mediante el referéndum porque, si no, sería un cuento la votación.
Hay una mayoría parlamentaria que ha sido derrotada en la batalla que se produjo entre el Ejecutivo y ellos. Una vez derrotada, se han sentado en una mesa de negociación y allí tiene que ceder el que perdió la batalla.
Eso no quiere decir, lamentablemente, que no ha terminado la confrontación. Tiene todavía para un tiempo más. Eso traerá una situación de delicadeza política porque va a estar en veremos el referéndum, en veremos la cuestión de confianza, en veremos el cierre del Congreso.
En esa delicada situación hay que ser firmes. La reforma propuesta por el Ejecutivo tiene esa intención, por eso la gran mayoría del pueblo está de acuerdo.