¿Ve al presidente comprometido con la reforma política?
En las últimas semanas ha estado más activo, pero se ha demorado un buen tiempo en presentarla y no se le veía comprometido. Incluso planteó una discusión nacional para ver qué salía y eso iba a terminar en nada. Ojalá se comprometa más en esta causa porque ahí sí le tomo la palabra: es el legado que él puede dejarle al país. No podemos llegar al bicentenario con una política como la que tenemos, (...) el país no da más con este sistema político que ha colapsado y que ya no va a ser un lastre, sino un ancla a partir de 2021.

Aparentemente el primer escollo se dio en la Comisión de Constitución, donde se archivó el proyecto de ley sobre la inmunidad parlamentaria.
Era previsible, ¿no? Pero es una cosa bien simbólica. El miércoles se reúnen con todas las bancadas para promover la reforma política y el jueves se discute la primera reforma y la rechazan. Es un mal mensaje, pero vamos a ver qué pasa, hay que ser optimistas. Creo que se va a requerir muchísima energía política y social para conseguir una reforma que no sea solo algunos parches. (...) Sí creo que la reforma política es bien difícil de poderla aprobar, no imposible, pero sí bien difícil.

El presidente del Congreso considera que no ha servido mucho la reunión del Ejecutivo y el Congreso. ¿Coincide con ese punto de vista?
Juzgo por lo que veo. Si 24 horas después de que se anuncia que se ha llegado a un compromiso de empujar la reforma, se toma la primera medida y es rechazar la iniciativa del Ejecutivo para quitarle (al Congreso) el derecho a levantar la inmunidad, es un mal mensaje de todos los que tomaron esa decisión.