Edison Vargas, el vicepresidente de la comunidad de Fuerabamba, tiene 25 años y una bonanza económica envidiable para su corta edad.
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En 2013, mientras se construía la planta concentradora de mineral de Las Bambas, compró una camioneta Great Wall modelo Haval H5 por US$18,290 y, al año siguiente, otra camioneta Toyota modelo Hilux por US$37,000.
En 2013 también compró una moto Pulsar 150 por US$1,500 y otra de marca Ronco por el mismo valor.
La misma suerte ha tenido su líder Gregorio Rojas, de 34 años, hoy detenido bajo cargo de extorsión.
En febrero de 2012 compró un minibús marca Hyundai por US$55,174 y una camioneta Nissan modelo Frontier por US$10,000.
Edison Vargas ha dicho que no participará en las negociaciones que plantea el gobierno hasta que su líder y los hermanos Chávez Sotelo, detenidos también bajo cargo de extorsión, sean puestos en libertad. Sostiene que las acusaciones por extorsión son infundadas y tienen como objetivo deslegitimar sus quejas.
La tarde del domingo, desde la carretera bloqueada, Vargas gritaba que a él no lo detendrán: “Si me detienen, tiene que haber muerte”. La amenaza, publicada en video en sus redes sociales, era dirigida al gobierno del presidente Martín Vizcarra.