Con el escándalo que se ha generado por la difusión de unos audios que implican a miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, hay dos cosas que se debe debatir. Una es la sanción que se puede aplicar a quienes resulten responsables y otra es buscar que el CNM sea refundado.
Hacer recomendaciones para contratar o designar magistrados es una evidente falta ética. Asimismo, siendo presidente del CNM, Guido Aguila tenía un conflicto de interés al poseer una academia que formaba a jueces y fiscales.
El Congreso puede iniciar el proceso de acusación constitucional o aplicar el artículo 157 de la Constitución, como pidió el presidente Martín Vizcarra, pero los imputados tienen derecho a la defensa.
Aunque hay cuestionamientos, creo que el CNM no debe desaparecer. Pero es claro que se debe reestructurar.
Las universidades y colegios profesionales públicos, que deben elegir a representantes para integrar el CNM, no han estado a la altura. Como tampoco lo han estado el Ministerio Público y el Poder Judicial, que también eligen a sus miembros.
El CNM no debe ser un refugio de amigos; por el contrario, tiene que ser integrado por los mejores e intachables profesionales.