¿Cuál es la primera conclusión?

Una gran dispersión genera una gran confusión. Muchísimos indecisos, mucho voto en blanco. Ningún candidato destaca muy por encima de los demás. Muy pocos van a pasar la valla.

La campaña empieza el 12 de abril de 2025.

Por supuesto, todavía hay tiempo. Hemos tenido que incluir en la lista a partidos que están en proceso de inscripción. Y estamos asumiendo algunos nombres que son precandidatos. Los resultados que hoy se presentan tienen que ver en parte con la recordación de los nombres y de las marcas partidarias. Hay algunos partidos que tienen muchos años y que son marcas con alguna buena recordación. Eso hace que salgan un poco mejor. En el caso de las personas, pasa lo mismo. Los que han sido candidatos anteriormente tienen una cierta ventaja sobre los que recién están postulando.

Acción Popular y Somos Perú son esas marcas.

Sí. Pero acá la gran sorpresa es A.N.T.A.U.R.O. Fuerza Popular está adelante, pero es la principal bancada en el Congreso y Keiko Fujimori tiene muchos años en política. Entonces, salen en el primer lugar, tanto en la encuesta de partidos como en la de personas. Pero el único partido y candidato nuevo en los primeros lugares es Antauro Humala, que está segundo. Eso sí es una novedad importante. Con la enorme dispersión que hay, si las elecciones fuesen mañana, los que pasarían a la segunda vuelta serían Keiko Fujimori y Antauro Humala.

No se han incluido a candidatos inhabilitados.

Eso es muy importante. Justo los días en que hacíamos la encuesta salió Keiko Fujimori a anunciar la candidatura de Alberto Fujimori. Eso es un imposible jurídico. Él está indultado pero no amnistiado. Nuestra posición es que no puede ser incluido en una encuesta. Como tampoco tendría sentido incluir a Martín Vizcarra, inhabilitado por el Congreso, y a Pedro Castillo, quien, por haber sido elegido en las últimas elecciones, está inhabilitado para postular en la siguiente. Ninguno de esos tres nombres puede estar en la lista de opciones que planteamos.

¿Qué han preguntado en privado?

En privado hemos averiguado, por ejemplo, que el respaldo que tiene Alberto Fujimori es muy similar al que tiene Keiko Fujimori. Entonces, tampoco es que el hecho de que Alberto sea el candidato cambiaría mucho las cosas. Es el mismo fujimorismo en términos de respaldo electoral.

No se publica el desagregado de partidos con menos de 2% porque está dentro del margen de error.

Es el problema de tener demasiados candidatos. Estamos asumiendo que va a haber más de 30. Podrían ser hasta 50. Eso lleva a que muchos tengan 1% o 0.5%, y eso es una gran dispersión. No tiene sentido hablar de un orden ahí.

Se ve una polarización…

Se ve que la izquierda sigue siendo más fuerte en el mundo andino. Antauro Humala está teniendo ese posicionamiento en el interior. Keiko Fujimori, por el contrario, es más fuerte en Lima. Y con ella, otros candidatos que también fueron fuertes en Lima en las elecciones anteriores, como López Aliaga o De Soto. Tendrían más respaldo en Lima que en el interior. O Acuña en el norte. Al haber sido candidatos, la gente los menciona porque es fácil recordarlos. Pero la verdad es que muchos de ellos están sufriendo un desgaste. López Aliaga es alcalde y Acuña es gobernador. El desgaste en sus gestiones les va a cobrar en términos de respaldo, más allá del desgaste en este Congreso tan desprestigiado. Estos dos candidatos tienen esta debilidad. Hernando de Soto ha esquivado un poco ese riesgo porque no ejerce ningún cargo. Pero está en un partido que muy pocos recuerdan. Además, tiene el problema de la edad.

“LA GENTE QUIERE UN GRAN CAMBIO”

Los partidos más mencionados no siempre coinciden con los candidatos más mentados.

Es el caso de Acción Popular y Somos Perú, que carecen de un candidato popular. Ambos también están sufriendo el desgaste del Congreso. Los partidos en el Congreso podrían sufrir un castigo porque el electorado busca un cambio.

49% quiere a alguien nuevo.

La demanda por cambio es enorme. La sensación de que el gobierno, el Congreso y la clase política son una casta, como diría Milei, es muy generalizada. La gente está a la expectativa de que surja alguien nuevo. Unos pocos han identificado a Antauro para ese rol. Pero de los demás ninguno despunta. La experiencia es vista más como prontuario que como currículum. Una gran mayoría quisiera a alguien que no haya sido candidato ni tenga experiencia política. Es el perfil típico del outsider.

Outsiders de la política y ahora outsiders de la ley.

Es absurdo. En otras democracias no se habría planteado a una persona presa por asesinar a cinco policías. Su personalidad y el que haya sido militar han hecho que algunos vean en él al Bukele peruano.

69% no votaría por alguien mayor de 80 años.

Eso juega en contra de Hernando de Soto, además de Alberto Fujimori. Más que tener claro por quién va a votar, la gente tiene claro por quién no va a votar. La gran mayoría tampoco quisiera votar por un condenado, como Antauro Humala. Y la gran mayoría tampoco quisiera votar por alguien investigado, como Keiko Fujimori. Esas son realidades, en principio. Pero termina siendo relevante para la segunda vuelta. Para la primera, basta con el 10% o 15% de los votos, que sí tendrían cualquiera de esos casos.

¿Qué podría cambiar este escenario?

La gran dispersión podría cambiar mucho si se facilitan las alianzas electorales. Hoy es difícil, porque, por cada partido que se junta, se sube la valla 1%. A Fuerza Popular no le interesa que esa ley se apruebe, pero a los demás debería. Porque la segunda vuelta es un antivoto. Y ahí los candidatos extremos van en desventaja frente a los moderados. Lo raro es que Fuerza Popular ha logrado que el tema no se toque.

Vemos partidos sin candidato y candidatos sin partidos conocidos. Ahí podría haber alianzas.

Y, además, hay limitaciones. Ya no se pueden recibir fondos de empresas. Pero los ilegales van a seguir financiando a los que les da la gana.

Hay un millón de votos en el extranjero.

Desde que fuera elegido Castillo hasta ahora, se han ido más de un millón de peruanos. Sumados a los 3 millones que se fueron antes. Y quizás al millón que se irá de acá a las elecciones. Podríamos hablar de 4 y pico o quizás 5 millones. Algunos no actualizan su DNI. Mi propuesta es que se permita el voto electrónico para el voto en el extranjero. Algunos desconfían de ese sistema. Pero sería solo para el extranjero. Eso elevaría mucho la participación en el extranjero. Más de la mitad de los que emigran tienen educación universitaria o posgrado.