El ex mandatario volvió a ser noticia ayer, pero no porque haya novedades al fin con su extradición –como lo solicita la justicia peruana para que responda por presuntos actos de corrupción–, sino por un bochornoso episodio del que fue protagonista en Estados Unidos.

Toledo fue detenido en ese país, pero por estar ebrio en un lugar público. Eso sucedió durante la noche del pasado domingo, en un restaurante ubicado en la Alameda de las Pulgas, en San Mateo, en el estado de California. Como lo informaron las mismas autoridades de ese condado, el ex presidente peruano fue intervenido a las 10:27 p.m. (hora local). Ello habría ocurrido tras el llamado de los empleados del bar, pues Toledo se negaba a abandonar el lugar.

Tras ello, el ex jefe de Estado fue conducido a la prisión de la localidad, adonde ingresó a las 12:01 a.m. de ayer.

A través de un comunicado, la detective del condado de San Mateo, Rosemerry Blankswade, informó que el ex presidente pasó la noche detenido y fue puesto en libertad a las 9:00 a.m.

Esa fue la sanción debido a que incurrió en una falta, mas no en un delito. Pero la vocera también dio otras precisiones.

La falta cometida por Toledo está regulada por el Código Penal del Estado de California (sección 647 f). De acuerdo con esta sección, estar ebrio en la vía pública es una falta si es que (1) el sujeto no tiene la capacidad de cuidar de su seguridad o pone en riesgo la seguridad de otros, o (2) interfiere u obstruye la capacidad de terceros para hacer uso de las vías públicas.
“Mientras él (Toledo) estaba en custodia, recibimos notificaciones de la Interpol advirtiendo sobre los cargos de Perú contra el señor Toledo Manrique. Después de corroborar supimos de la existencia de imputaciones en Perú pero no de una autorización de arresto en Estados Unidos, así que el señor Toledo fue puesto en libertad”, señaló Blankswade.

Los escándalos de Alejandro Toledo
Los escándalos de Alejandro Toledo

Con la notificación de la Interpol, Blankswade hacía referencia a las órdenes de prisión preventiva que pesan sobre Alejandro Toledo.

A Toledo se le acusa de haber recibido US$20 millones en sobornos de parte de la empresa Odebrecht a cambio de concederle la construcción de la carretera Interoceánica Sur.

Al ex mandatario también se le investiga por recibir presuntamente US$5 millones en sobornos para adjudicar el tramo IV de la misma carretera a un consorcio.

El Perú tramita su repatriación para que responda por sus posibles delitos. El requerimiento, hasta donde se sabe, se encuentra en análisis en el Departamento de Justicia del país norteamericano. El cuaderno de extradición debe pasar de esa instancia a un juez federal de California para que decida.

Y decía que era mentira
Tras conocerse la noticia en el Perú, el abogado de Toledo, Roberto Su, negó que su patrocinado hubiera sido detenido y lo puso a él como fuente verídica. “He hablado hace media hora con él. Si hubiera sido detenido, no tendría celular para comunicarse conmigo”, dijo el letrado a Perú21.

Incluso, manifestó que su defendido le aseguró que las noticias en Perú no eran ciertas, pero inmediatamente este diario corroboró con fuentes en la Cancillería que Toledo sí había sido recluido en una cárcel del Condado de San Mateo. El ex presidente había sido intervenido “por embriaguez pública”.

Todo indica que fue una medida preventiva ante la amenaza que representaba a la tranquilidad.

Luego salieron más documentos oficiales que confirmaron la medida que se le aplicó. Hasta una foto que le tomaron las autoridades del orden fue difundida por agencias de noticias.

En comunicación con la agencia Efe, Toledo dijo que esa noticia “era un complot” en su contra. “Yo estoy aquí trabajando en mi oficina. No quiero alimentar lo que han hecho en el Perú (en referencia a las noticias)”, aunque no negó su detención. El ex mandatario vive en libertad, pero también parece preso de sus actos.

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