"El mío es un partido de verdad", sostiene el candidato y dirigente del PPC.
"El mío es un partido de verdad", sostiene el candidato y dirigente del PPC.

Los partidos políticos tradicionales no están siendo respaldados en estas elecciones, por lo menos en la capital. Bien lo sabe Alberto Beingolea, candidato del PPC, quien espera que las semanas que faltan para la elección, este 7 de octubre, le alcancen para ocupar el sillón metropolitano.

Los candidatos que puntean en las encuestas tienen o han tenido experiencia en televisión. Usted también la tiene y, sin embargo, no figura arriba. ¿A qué cree que se debe?
No lo sé. Para comenzar, las encuestas demuestran que un enorme sector se está desvinculado del proceso electoral y aquellos que tienen alguna intención, se reparten entre muchos candidatos al extremo que el margen de error hace que casi hablemos de un gran empate entre todos. Sin embargo, sí, hay una tendencia sobre los dos primeros candidatos, pero creo que obedecen a factores muy distintos que el tema de la televisión. Renzo es una persona que hace más de un año utiliza el tema este de la seguridad ciudadana para mostrar operativos, se ha hecho famoso con el tema, pero no nos muestra ninguna respuesta. Y Belmont está en campaña permanente desde que lo conozco. Yo, más bien, he huido a hacer campaña. En todo momento decía ‘no estoy en campaña’, y creo que pasa por ahí.

¿Fue un error decir que no estaba en campaña?
No, porque era verdad, no estaba en campaña.

¿No se demoró mucho en anunciar su candidatura?
Eso es otra cosa, pero yo soy una persona que te voy a contestar con la verdad siempre. No tenía por qué hacer cálculos de campaña porque ni siquiera estaba segura mi candidatura. El mío es un partido de verdad. Reggiardo es el jefe de su equipo, o sea él toma las decisiones, es su plata, es su equipo, Belmont igual.

Y usted es el presidente del PPC.
Tú puedes presidir todo lo que quieras pero las decisiones se toman democráticamente.

¿No influye en su mala tendencia en las encuestas que postule como su teniente alcalde Marco Álvarez, quien protagoniza un audio con el juez supremo César Hinostroza, y quien afronta un juicio por una desaparición forzosa?
Sobre lo primero, no creo que este sea un tema que perjudique. ¿Qué pasa si mañana aparece un audio de Hinostroza contigo, conmigo, con quien sea? ¿Eso nos mancha? El juez Hinostroza, que hoy sabemos que es un corrupto, es una persona que conversaba con mucha gente. En el caso del audio del que estamos hablando, es un vecino de San Borja que estaba haciendo un reclamo y que es atendido por el alcalde del distrito, como él tiene costumbre de hacer.

¿Un alcalde llama a un vecino cuando este tiene un problema? Porque Álvarez es quien llama a Hinostroza.
Los alcaldes tienen costumbre de atender a los vecinos. Si un vecino viene y te toca la puerta, el alcalde que es del PPC tiene horarios para atenderlo.

¿Usted cree que el alcalde de un distrito tiene el teléfono de todos sus vecinos?
Sí, claro. Es más, yo dejo mi teléfono a todo el mundo. Ahora, en este audio no hay nada, ni una ilicitud. ¿El alcalde Álvarez fue beneficiado por alguna gestión? Ninguna, al contrario, lo perjudicaron, la Suprema por segunda vez ha anulado su juicio (por desaparición forzosa), en lo que es, desde mi punto de vista, una persecución política. ¿El juez Hinostroza fue beneficiado? No, está pagando más impuestos de los que pagaba. ¿De qué diablos están hablando?

¿Álvarez seguirá siendo su candidato a teniente alcalde?
En el momento en que se presentó esta situación, Marco Álvarez me mandó una carta poniendo su cargo a disposición. A mí no me parece correcto que renuncie. En su caso, hay una fea persecución de más de 20 años.

¿De quién?
Él ha probado ya su inocencia en dos instancias. La primera vez se anuló el juicio en toda esta arremetida que hubo para anular todos los juicios que exculpaban a los militares. La segunda vez volvió a demostrar su inocencia y el caso llegó a la Suprema. Y déjame explicarte una cosa, yo enseño deontología profesional, el abogado que está litigando en su contra es el doctor (Carlos) Rivera, de IDL. No es ético que los periodistas de IDL tengan audios de los Supremos guardaditos y que los abogados sigan litigando ante los Supremos. ¿A ti te parece que algún Supremo les va a dar la contra en algún caso? Por supuesto que les dice ‘sí, señor’, si se están muriendo de miedo. Marco está sufriendo esa persecución. (…) Ahora estos mismos señores, no los abogados; los reporteros, sacan el informe y quieren que yo, por salvar el pellejo, lo separe de la candidatura. No, porque yo creo en la inocencia absoluta de Marco. Y si eso tiene que costarme la candidatura, que me cueste. No voy a permitir que ningún grupo de interés me determine y me diga quién es bueno y quién es malo.

La corrupción es una de las cosas que más afecta el presupuesto para la ejecución de obras. ¿Qué haría como alcalde para combatirla?
Combatir la corrupción, pero la de verdad, no la ficticia, no la que nos inventan con un montón de pirotecnias en unos medios de comunicación o grupos de interés que lo que hacen es bajarse a gente correcta para desviar la atención. ¿Cómo comienzas por eliminar la corrupción? Poniendo a la cabeza a una persona honesta. Yo no tengo rabo de paja.

¿Los otros 19 candidatos sí tienen rabo de paja?
No, yo creo que hay candidatos honestos.

¿Qué lo diferencia, entonces?
Googleen, pongan el nombre del candidato. En algunos casos les pido que den cuatro pasos atrás porque van a saltar sapos y culebras, y justo ellos son los que están primeros en las encuestas.

¿Cuáles son sus propuestas para luchar contra la corrupción?
Lo primero es elegir a una persona honesta. Una vez que eso ocurra, ya en el ejercicio electoral, hay muchas cosas que hacer. Primero, hay que montar una oficina de control de riesgo que tenga el despacho al más alto nivel, cuyo gerente trabaje directamente con el alcalde. Esa oficina tiene que estar integrada por jóvenes profesionales que quieran venir a hacer servicio comunitario. A esos los necesito, no a gente de 50, 60 años que ya pasó por la administración pública y que sabe todas las mañas. Por supuesto que hay otros elementos que están en el plan de gobierno: hay que transparentar las cuentas, transmitir en vivo todas las reuniones de Concejo.

¿Qué propone en seguridad ciudadana?
Cuando vienen acá a ofrecerme que van a venir con las pistolas, a meter cuatro disparos… O sea, al alcalde cow boy pregúntenle primero si tiene licencia para portar armas.

¿Hay candidatos cow boy?
Hay dos, por lo menos. La lucha contra el crimen data de tres etapas, la preventiva, que es en donde el alcalde tiene el rol protagónico, la obstaculización del crimen que es responsabilidad de la Policía Nacional pero donde el alcalde puede ayudar de varias formas, y finalmente la represión del crimen, en donde los estelares son fiscales y jueces pero el alcalde también puede hacer mucho. En prevención, hoy se sabe que en el Perú la mitad de los hijos de los presos terminan en prisión. Se sabe dónde se ubican, están todos juntos, es el gran momento de la formación. Haré un programa especial para formar a esos niños, con mucho deporte, que es una herramienta fundamental que la sociedad no utiliza. Prevenir significa poner luces suficientes en lugares oscuros.

¿Cuánto prevé invertir para reducir la inseguridad?
Todo lo que sea posible. ¿De dónde sale eso? Del dinero que pensamos recuperar de la corrupción. Por lo demás, yo sí creo en obras por impuestos. Creo en la intervención privada. (…) Hay que hacer el gran cuerpo de serenos de Lima, que tenga primero la gran escuela de serenos. Pero, además, la Policía tiene que saber que si va a intervenir va a haber una alcaldía que se va a comprar el pleito y que va a responder por ellos. Voy a hacer una oficina, una gerencia, de defensa legal del uniformado. Y en la última etapa, la del crimen, el problema que tenemos es que los jueces y fiscales sueltan a los delincuentes. El alcalde sí puede hacer un montón. Si te digo ‘mira la cantidad de delincuentes que el juez tal ha soltado’ y le pones la camarita encima, ¿tú crees que van a hacerlo?

Es decir, no será un alcalde mudo.
No, voy a ser un alcalde bien gritón y voy a golpear la mesa. Pero para eso necesito el voto de la colectividad, que no se dejen engañar, como estoy hablando de honestidad ya comenzó la campaña para bajarme.

Hay una serie de obras que quedan inconclusas. ¿Se compromete a culminarlas?
Yo he dicho, en mi discurso, que Lima es una ciudad inconclusa porque normalmente los alcaldes comienzan una obra y el siguiente ya no la sigue o, si lo hace, le cambia el color o le pone otra plaquita. Vamos a dejarnos de tonterías. La obra más grande que se hizo, que fue la Vía Expresa, se culminó hace 50 años y ahí se dejó, pero debió llegar a SJM, se debió conectar a Lima Norte.

¿Usted terminará la Vía Expresa?
Claro que quiero, sin duda. Quiero que sea mi gran obra emblemática.

¿Se puede hacer en los cuatro años de su gestión?
Probablemente no se termine, a eso quiero llegar, pero hay que comenzar.

¿Cuánto costaría?
Los detalles técnicos ya los veremos, el dinero, vuelvo a lo dicho inicialmente, se puede conseguir.

Pero sería bueno que dé una cifra.
¿Te parece si me llamas por teléfono? Yo termino clases a las dos de la tarde, a las tres de la tarde tengo la respuesta de mi técnico. Es que, discúlpame, son bien graciosos, creen que los alcaldes tienen que saberlo todo. Yo soy un gerente que administro un grupo de expertos y un grupo de técnicos reconocidos.