A lo largo de los años, Andrés Hurtado ha sido una figura controvertida, no solo por su estilo en pantalla, sino también por las conexiones sociales que ha cultivado con personas influyentes en el sistema judicial peruano.
Durante el marco de la investigación que existe en su contra, por los presuntos delitos de lavado de activos, un nuevo informe de Punto Final ha sacado ha relucir estas "llamativas" conexiones del conductor de televisión.
En 2017, durante las bodas de coral de la promoción Francisco Izquierdo del colegio Sagrado Corazón de Jesús, en Iquitos, 'Chibolín' fue recibido con entusiasmo por las exalumnas, entre quienes se encontraba Roxana Del Águila, entonces jefa de Migraciones.
En su testimonio ante la Fiscalía, Del Águila relató cómo fue sorprendida por la visita de Hurtado y el humorista Manolo Rojas, quienes ofrecieron un pequeño espectáculo para las asistentes. Tras este evento, Del Águila aseguró que no volvió a cruzarse con Hurtado.
Años después, en 2023, Andrés Hurtado y sus hijas, Josetty y Génnesis, volvieron a figurar en un evento social junto a otra alta funcionaria judicial, la jueza María Vidal La Rosa.
La celebración del cumpleaños de Vidal en Miami incluyó una fiesta en un club nocturno y un almuerzo en un yate, todo capturado en imágenes y videos compartidos en redes.
Sin embargo, en medio de las controversias actuales, Vidal negó recientemente una relación cercana con Hurtado, afirmando que solo lo conoció de manera circunstancial.
El abogado de Hurtado, Elio Riera, expresó la decepción de su cliente al observar cómo muchas de sus amistades han tomado distancia.
"La amistad no es sinónimo de complicidad, pero en los momentos más complicados, cuando uno más necesita de los amigos, duele ver que toman distancia o niegan el vínculo” manifestó el abogado.
Otra figura judicial vinculada a Hurtado es Elizabeth Peralta, fiscal superior de Lavado de Activos, quien también compartió momentos con la familia.
Peralta fue captada en un video cocinando junto a Josetty en casa de Hurtado. La fiscal enfrenta ahora su propia audiencia judicial, programada para el 20 de noviembre, donde se decidirá si su comparecencia con restricciones se convierte en una prisión preventiva de 18 meses.
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