Por segundo día consecutivo, los conductores de la empresa de transporte ‘Urbanito’ suspendieron sus operaciones en señal de protesta y temor, luego del violento atentado contra una de sus unidades en San Juan de Lurigancho (SJL), que dejó gravemente herido al chofer Martín Páucar Poma, de 63 años.
La situación ha generado un grave perjuicio para los vecinos del cerro 9 de febrero, quienes solían depender del servicio de ‘Urbanitos’ para movilizarse hasta la parte alta del asentamiento humano Juan Pablo II. Ahora deben caminar hasta por una hora para llegar a sus destinos.
En el paradero inicial de la empresa, ubicado frente a la vivienda del chofer herido, se pudo constatar que ningún colectivo ha salido a laborar. Los vehículos permanecen estacionados, mientras sus conductores afirman sentirse desprotegidos.
El atentado ocurrió hace dos días, cuando sujetos armados dispararon contra la unidad que conducía Páucar Poma. A pesar de haber recibido un impacto de bala en el rostro, el colectivero logró conducir hasta su casa, donde fue auxiliado por sus familiares y trasladado de emergencia al Hospital San Juan de Lurigancho.
Este es el segundo ataque armado que sufre la empresa ‘Urbanito’ en lo que va del año. En febrero pasado, otro conductor fue asesinado a balazos en la misma zona, lo que ha encendido las alarmas sobre la creciente violencia que amenaza al sector transporte en este distrito limeño.
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