Esta no es mi carta de renuncia, ni una carta de amor por San Valentín, pero por si acaso, veré mi WhatsApp. A lo mejor ya no soy parte de este gabinete. ¡Les juro que yo no sabía lo que se sabía y que nadie sabe, nadie supo! La crisis nos ha tumbado a cuatro ministros y 10 puntos menos en las próximas encuestas, pero acá estoy poniendo el pecho, por mi presidente pongo las barbas en remojo, él sí es mi amigo, los otros no merecen ni una tarjeta virtual de amistad y amor. Ayer hemos sentido que Cupido nos clavó la flecha por la espalda, porque no se puede negociar con pillos y canallas de ODB. Menos mal que estamos en modo amor y amistad, y nadie sabrá el roche que estamos pasando. Ay, Cupido, gracias por el 14... ¿Qué habría hecho sin ti?

TAGS RELACIONADOS