Una de las mayores erupciones explosivas en la historia de Latinoamérica y el mundo ocurrió en nuestro país un día como hoy, pero hace 420 años. Para ser exactos, en el corazón de la provincia de Sánchez Cerro de la , donde alrededor de 20 centros poblados desaparecieron y unas 1500 personas perdieron la vida.

El 19 de febrero de 1600, el volcán Huaynaputina, conocido como el "Joven mozo moqueguano", erupcionó violentamente. Flujos piroclásticos y columnas eruptivas de gases, cenizas y pómez de más de 30 kilómetros de altura sepultaron más de 20 centros poblados asentados en las cercanías del volcán.

Unas 1500 personas quedaron enterradas y con ellas el último rastro de la agonizante cultura prehispánica del sur del Perú.

EL MÁS CATASTRÓFICO

La erupción del Huaynaputina ha sido catalogada como la erupción explosiva más grande en Latinoamérica en la edad contemporánea. Según los estudios efectuados, fueron expulsados entre 13 y 14 kilómetros cúbicos de material volcánico (dos veces más que lo expulsado por el volcán Vesubio durante su erupción ocurrida en el año 79 d. C.).

Las cenizas expulsadas por el Huaynaputina viajaron más de 400 kilómetros en dirección noroeste, hacia el océano Pacífico. La ciudad de Arequipa, ubicada a 75 km al noroeste del volcán, fue ensombrecida por densas nubes de ceniza durante varios días, según crónicas de la época.

Los productos expulsados por esta erupción se dispersaron por todo el planeta. La ceniza se esparció en la atmósfera y generó la disminución de la temperatura en el hemisferio norte entre 0.8 °C y 1.3 °C.

Hambruna y brotes de epidemias en Asia han sido también asociados a la erupción del Huaynaputina.

“De acuerdo con los estudios efectuados desde el año 1995 por el Instituto Geofísico del Perú (IGP), la erupción tuvo un Índice de Explosividad Volcánica igual a 6, en una escala que va del 0 al 8, la que la convierte en la erupción de mayor magnitud registrada históricamente en Perú y Latinoamérica”, precisó Marco Rivera, investigador científico del IGP.

DUERME HUAYNAPUTINA

El Huaynaputina yace hoy en calma. Actualmente, esporádicas fumarolas y menos de cinco sismos de baja magnitud caracterizan el comportamiento diario de este volcán.

Aunque a la fecha no existen señales de intranquilidad en el Huaynaputina, el IGP ha desplegado una red de monitoreo geofísico en tiempo real debido a que este es considerado como un volcán activo. Esta red está conformada por tres sismómetros y un inclínometro, equipos que funcionan ininterrumpidamente las 24 horas del día.

“Los datos que registran estos instrumentos son recibidos en tiempo real en el Centro Vulcanológico Nacional (Cenvul), en Arequipa. De registrarse una mínima variación en el comportamiento interno del Huaynaputina, el IGP está en la capacidad de identificar dicho cambio y discriminar si está vinculado a un posible proceso eruptivo”, señaló el ingeniero José del Carpio, coordinador de este servicio oficial del Estado.

Por su parte, Rivera sostiene que debido a su último proceso eruptivo ocurrido hace menos de 500 años, no se puede descartar que el Huaynaputina erupcione en el futuro.

"Los volcanes, a lo largo de su evolución, pueden variar tanto en el tipo como en el tamaño de las erupciones que producen. Solo el monitoreo en tiempo real de la actividad del Huaynaputina, tal como lo viene realizando el IGP, podrá proporcionar información clave que permita pronosticar una futura erupción”, precisó Rivera.

Finalmente, indicó que, en los últimos 50 mil años, las erupciones volcánicas con gran Índice de Explosividad Volcánica (IEV) mayor a 5 en el Perú han ocurrido con intervalos de tiempo de 2000 a 4000 años.

“Además del Huaynaputina en el año 1600, el volcán Misti, hace 2050 años, ha registrado una erupción de similares características", acotó Rivera.