ANANDHA

El que prepara con devoción tiene un significado especial para Anandha Araujo. Sonríe, pero guarda hoyos negros de tristeza por pérdidas irreparables. El pedazo de infelicidad en la vida de esta joven de 23 años se llama Venezuela, su país, su casa. En 2014 hacía activismo contra el régimen, muchos compañeros murieron y la crisis se hizo incontrolable. En 2017 se hartó. En esa Venezuela devastada murió su madre por falta de atención médica. Y su abuelo sobrevive al cáncer.

El Estado esconde las estadísticas de salud. Un informe del medio Efecto Cocuyo contabilizó que 30,968 personas murieron con cáncer en 2018. En 2013, fueron 23,169.

Llegó al Perú con la carrera de abogada trunca y el corazón hecho trizas, como cuando te destruyen el mañana, el futuro. El café se convirtió en su esperanza. Es barista en la cafetería Montcafé, en San Isidro, donde ofrecen café de Rodríguez de Mendoza. Días antes de esta larga conversación, Anandha se presentó en un concurso de bebidas heladas a base de café. No ganó. Pero conmovió al mencionar tantas veces a su país, a los lazos que nos unen con Venezuela, y al llevar a la mesa un método tradicional de su tierra.

¿Volvería? “Si cambia, claro que sí”, responde.

NADESKA

Oscar Pulido y Nadeska Bastidas se casaron en Lima. La luna de miel fue en Ica. Son los dueños de Cafenoa Coffee Bar 88, en Miraflores. Llegaron cuando la crisis no estallaba en Venezuela. El país ya era una bomba de tiempo. Una oportunidad laboral trajo a la pareja a Perú en 2013. Oscar es ingeniero eléctrico y Nadeska, licenciada en Comercio Exterior. Al término del contrato de Oscar, pensaron en algo juntos y así nació la cafetería. “Uno nunca saca de sus planes a su país”, sostiene Nadeska. Venezuela le inspira tristeza. El dolor no se puede camuflar.

El reciente apagón los llenó de angustia. De pronto, perdió comunicación cinco días y más con sus seres amados. Un solo mensaje en WhatsApp es la más cercana conexión con la casa grande. El café peruano fue un descubrimiento, una oportunidad.

ANN

Ann Lee Grand, de 20 años, estudió Gastronomía y Barismo.
Llegó al Perú en enero, por las mismas razones que la mayoría de sus compatriotas: “No había salida”. Ann Le Grand vive con su novio y es una de las estrellas de Modo Café, en San Isidro. La inseguridad y la falta de alimento la empujaron a desencantarse de su país.

Recuerda, con nostalgia, los días que al salir de su antiguo trabajo en una cafetería llamada La Cafebrería, regresaba caminando a casa porque no había transporte. “Venezuela te duele, así no seas venezolano”, comenta, mientras prepara un café helado. Tiene la cabellera roja, unas manos delicadas y alma de artista.

SAIRIS

Pasaron cinco días, largos e inciertos en bus. El 22 de agosto de 2017 se despidió de su mamá y de Venezuela. Sairis Castillo, de 26 años, llegó con varios amigos a un cuarto de San Miguel: 17 soles en el bolsillo y 200 dólares falsos que le cambiaron en Colombia y no servían para nada. Sobrevivir, eso quedaba.

Entró a una cafetería a trabajar, y un día le ofrecieron que fuera barista.
Había estudiado media carrera de Ingeniería Mecánica y Comunicación Social. A un año de graduarse, Sairis no tenía cómo mantenerse. Era momento de salir. Sairis aprendió en Lima las tareas de un barista. El café se le metió en las venas, y en el corazón. Conoció a Nael Delgado, el hijo de un caficultor del Cusco. Entre café y café, el amor los sorprendió. Se mudaron a Independencia, donde Nael tenía su tostadora.

Luna Café es su marca, es una cosecha a 2,000 metros de altura. El nombre está inspirado en su perrita que dejó en Caracas y que hoy saluda a través de videochat, con el corazón partido.

SABÍA QUE

- En el Perú hay 660 mil venezolanos.

- 495 mil se han registrado para el permiso temporal de permanencia.

- 3 millones de venezolanos viven en el exterior, según la Agencia de la ONU para los Refugiados.

- Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá y Perú han recibido a la mayor cantidad de venezolanos.

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