Luego del atentado de Tarata, cambió mi vida drásticamente. Si no hubiese perdido una pierna, habría podido hacer muchas otras cosas que hoy no puedo.
Durante varios años no recibí reparación civil. Recién la obtuve hace 3 o 4 años. Me dieron S/10 mil, pero fue insuficiente. Lo que necesito son prótesis para cuando se desgaste la que tengo. Felizmente la viceministra de Justicia me ha dicho que, a través del SIS, me darán la prótesis.
A los jóvenes les diría que no escuchen al Movadef, que se informen sobre la historia del terrorismo en el Perú. Recuerden los apagones, los toques de queda, los coches-bomba. Que sepan quién es Abimael Guzmán y cómo bañó de sangre el país.
A pesar de todo, estoy feliz porque, a partir de mi experiencia, formaré parte de un programa del Congreso Terrorismo Nunca Más para informar a niños y jóvenes en colegios y universidades sobre la época del terrorismo.