Una mañana de tensión y violencia sacudió a los pasajeros de un microbús de la empresa de transporte público Nuevo California, cuando un grupo de sujetos lanzó piedras contra la unidad mientras circulaba por la cuadra 10 de la avenida Manuel Seoane, en el distrito de Víctor Larco Herrera, provincia de Trujillo.
El ataque, ocurrido a plena luz del día, no dejó personas heridas, pero generó escenas de pánico entre los ocupantes del vehículo, muchos de ellos trabajadores y escolares que se dirigían a sus destinos. Una de las piedras impactó directamente en la ventana delantera del micro verde, rompiendo la luna y obligando al chofer a detener la marcha.
De acuerdo con testigos y fuentes preliminares, el hecho estaría vinculado a una creciente disputa de rutas entre las empresas Nuevo California (letra A) y California (letra C), ambas operadoras de transporte público en la zona. Los testigos afirman que vehículos de la empresa Nuevo California habrían estado invadiendo tramos autorizados para la otra empresa, lo que habría desatado represalias.
La violencia no se limitó al micro atacado: otros vehículos que circulaban por la zona también sufrieron daños menores a causa de las piedras arrojadas por los desconocidos, quienes escaparon rápidamente del lugar. La Policía Nacional ya se encuentra investigando los hechos y patrullando la zona para evitar nuevos incidentes.
“Había niños en el carro, la gente gritaba, fue un susto horrible”, relató una madre de familia que viajaba con su hijo. Los pasajeros exigen a las autoridades municipales y a la Gerencia de Transporte Urbano tomar cartas en el asunto para frenar lo que podría convertirse en una guerra de rutas.
TRANSPORTISTAS EN CONTRA
Por su parte, representantes de la empresa California (letra C) denunciaron públicamente que la empresa Nuevo California estaría operando fuera de su ruta autorizada, generando no solo desorden vehicular sino también afectando seriamente sus ingresos. Piden fiscalización inmediata y sanciones para evitar que la competencia desleal escale a niveles más peligrosos.
Mientras tanto, los vecinos del distrito demandan mayor seguridad en la avenida Manuel Seoane, una vía clave para el transporte urbano de Trujillo, pero cada vez más escenario de disputas entre empresas de transporte informal.
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