La ULP deberá cesar sus actividades en un plazo máximo de dos años, que empieza a contabilizarse a partir del próximo semestre académico. (Sunedu)
La ULP deberá cesar sus actividades en un plazo máximo de dos años, que empieza a contabilizarse a partir del próximo semestre académico. (Sunedu)

Redacción PERÚ21

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La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria () ha denegado la solicitud de licenciamiento institucional presentada por la Universidad Privada Líder Peruana S.A.C. (ULP).

La decisión adoptada por el Consejo Directivo de la superintendencia, obedece a que la ULP, que es una institución privada, no pudo demostrar el cumplimiento de ninguna de las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) que establece la Ley Universitaria.

La ULP deberá cesar sus actividades en un plazo máximo de dos años, que empieza a contabilizarse a partir del próximo semestre académico. Como efecto inmediato de la denegatoria, la universidad queda impedida de recibir nuevos ingresantes bajo cualquier modalidad de captación.

La ULP es una universidad privada de naturaleza societaria que funciona desde el año 2012 y está ubicada en la ciudad de Quillabamba, . Ofrece los programas académicos de Ingeniería de Sistemas e Informática, Contabilidad y Economía a 396 estudiantes.

Según la Sunedu, en el proceso de licenciamiento, la ULP presentó un Plan de Adecuación (PDA), el mismo que fue desaprobado puesto que no cumplió con lo requerido para garantizar el levantamiento de observaciones realizadas.

El plan contemplaba acciones que no respondían a las observaciones planteadas; no consideró actividades ni responsables para algunos indicadores observados y propuso acciones con resultados no medibles.

Tampoco se presentó dentro del PDA un presupuesto detallado para cerca del 70% de acciones planteadas.

Entre las principales deficiencias que encontró la Sunedu en su evaluación de la ULP se encontró que no estableció objetivos académicos para sus planes de estudio; no garantizó la mejora continua de gestión de la calidad de forma planificada y que no cuenta con normativa que defina el perfil de los profesionales a cargo de este proceso. Asimismo, no se evidenció que se asignen laboratorios a la totalidad de cursos que requieren de su uso ni contar con cálculo de aforo para uno de sus locales, entre otras falencias.