Las Bambas es una de las minas de cobre más grandes del mundo y las operaciones se encuentran detenidas desde el pasado 20 de abril debido a una protesta de la comunidad indígena de Huancuire que se ha asentado dentro de la propiedad de la empresa.
Han salido 3.000 contratistas de Las Bambas.
Alexander Anglas, un abogado de Huancuire, deslindó toda responsabilidad de la comunidad en el origen del incendio y precisó que sus integrantes permanecen dentro de la propiedad de la empresa luego de un enfrentamiento con la policía el martes.
“Son 5,2 millones de soles que pierde de forma diaria el Estado. En esta situación económica, el lujo que se da el Estado de perder estos ingresos para la reactivación económica tan ansiada”, dijo Erick Ramos, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Mina Las Bambas.
El incendio en Las Bambas fue confirmado por una fuente cercana a la empresa, según Reuters.
Una fuente cercana a la compañía dijo que el incendio había estallado dentro de un campamento minero cerca del tajo planificado de Las Bambas, llamado Chalcobamba, cuya construcción está programada para finales de este año.
La comunidad de Huancuire se opone a su construcción, que se supone que se llevará a cabo en un terreno que antes pertenecía a sus residentes pero que después fue vendido a Las Bambas.
El gobierno de Perú, el segundo productor de cobre del mundo, ha suspendido las libertades civiles en el área de la protesta y ha enviado a decenas de policías a la zona.
Los episodios se dan luego de duros meses en la relación de las mineras con comunidades aledañas, los que han derivado en detenciones de faenas, como ocurre con Las Bambas.
En un comunicado, Las Bambas dijo que miembros de Huancuire causaron “daños a bienes y otra infraestructura” luego de que su personal, escoltado por policías, intentara ingresar al área del asentamiento.
