¿Por qué es tan cuestionado el servicio de Serums que ofrecen los médicos en el Perú?

María Ana Rivera Meza (25) y Luis Felipe Vásquez López (28) eran dos jóvenes doctores que soñaban con la especialización médica. Ella era de Lima y él de Trujillo. 

Para alcanzar ese peldaño en sus vidas profesionales, tuvieron que realizar el Servicio Rural y Marginal de Salud  o Serums, como se le llama comúnmente por sus iniciales. Sin embargo, no pudieron completar esta tarea. ¿La razón? Murieron en el intento, literalmente.

LOS HECHOS

Ambas pérdidas ocurrieron en menos de tres meses.

Rivera Meza perdió la vida el pasado 25 de febrero a causa de un accidente automovilístico ocurrido en el distrito de Acraquia, provincia de Tayacaja, región Huancavelica. El vehículo en el que iban se desbarrancó desde una altura de 300 metros. Junto a ella, falleció la técnica en enfermería Dina Javier Delgadillo.

Vásquez López corrió una similar y penosa suerte. Su tragedia sucedió el último 28 de abril a horas de la noche cuando retornaba de atender a un paciente.

La ambulancia en la que iba la comitiva médica cayó a un abismo ubicado en la carretera que une las localidades de Aricapampa y Cagua, provincia de Pataz, departamento de La Libertad. Yordi Guzmán Melgar, conductor del vehículo, no resistió las secuelas del impacto y también dejó de existir.

A estas cuatro muertes se suman los heridos. Rivera Meza, Sandra Daga Luna (enfermera) y Noel Lanazca (chofer del automóvil en el que se trasladaban) sufrieron un traumatismo encéfalo craneano leve y una luxación de cabeza de fémur, respectivamente.

En el accidente registrado en el norte del país, el médico serumista Giancarlo Rene Lacio Alvarado también resultó perjudicado por este accidente. Según indica el Ministerio de Salud (Minsa), Giancarlo solo iba “a conocer el establecimiento de salud a cuya plaza fue adjudicado”, es decir, aún no iniciaba oficialmente su proceso de Serums.

La segunda muerte, a diferencia de la primera ocurrida en febrero, tocó aun más la sensibilidad de la cartera que ahora preside la ministra Silvia Pessah –médico cirujana especialista en salud pública–. La titular de Salud firmó una resolución ministerial declarando a Vásquez López como ‘Héroe de la Salud Pública’.

SERUMS DESDE LA ÉPOCA DE BELAUNDE TERRY

Al Servicio Rural y Marginal de Salud (Serums) se le conoce como tal y oficialmente desde 1981, cuando el presidente Fernando Belaunde Terry gobernaba por segunda vez. Las estipulaciones, normas y disposiciones de este servicio fueron (y siguen siendo) consignadas en la Ley N° 23330, o más conocida como ‘Ley Serums’.

Esta legislación fue firmada por Belaunde y por el entonces ministro de Salud, UrieI García Cáceres. El objetivo supremo de este servicio (que puede ser remunerado o ad honorem) “tiene por finalidad contribuir y asegurar la atención de salud en beneficio de la población de bajos recursos económicos de las zonas rurales y urbanos marginales del país”, señala el artículo 2 de esta ley.

Es decir, dentro de los planes del gobierno para asegurar la salud pública del Perú, se encuentra el Serums, el cual tiene una duración de un año calendario y no solamente va dirigido hacia los médicos.

“Odontólogos, enfermeras, obstetrices, químico-farmacéuticos, nutricionistas, tecnólogos, asistentes sociales, biólogos, psicólogos, médicos-veterinarios e ingenieros sanitarios” son las otras profesiones que están consignadas en el artículo 6 del mencionado reglamento.

¿PARA QUÉ SIRVE EL SERUMS?

¿Qué reciben a cambio estos profesionales al culminar el Serums? Lo principal que se les otorga es la licencia para trabajar en instituciones públicas en la condición de nombrados, contratados o por servicios no personales. Aparte, el Estado les facilita “becas u otras ayudas equivalentes para estudio de perfeccionamiento en el país o en el extranjero”.

El Serums, además, es requisito indispensable para “ingresar a los Programas de Segunda Especialización a nivel nacional”, especifica la ley. Es esta solicitud la que más polémica despierta, por ejemplo, en los médicos. Para este gremio, el Serums es una valla que no pueden evitar cruzar si pretenden ser doctores especialistas en alguna rama de la medicina humana.

Sin embargo, el acceso a la especialización médica, tras el término del Serums, no es automático. Todo galeno que haya finalizado este servicio en el interior del país, tiene el derecho de participar en el examen de residentado médico, el cual suele darse dos veces al año (junio y octubre).

Esta prueba consiste en un examen de admisión en el cual postulan los médicos para realizar su residentado remunerado por tres años en algún hospital del Ministerio de Salud, seguro social EsSalud, Policía Nacional o Fuerzas Armadas. Una vez culminados esos 36 meses, el galeno recién puede considerarse especialista como tal.

¿Qué tiene que ver el Serums en este examen? Mientras más precaria y riesgosa sea la zona en donde se ubique la plaza en la cual el médico realizará este servicio, más puntos extra recibirá en su prueba y, de esta manera, podría obtener más probabilidades de aprobarla. ¿Es determinante este puntaje en el resultado final?

“EL SERUMS ES UNA RETRIBUCIÓN AL ESTADO”

El Serums está bajo responsabilidad de la Dirección General del Personal de la Salud del Minsa. Esta área, actualmente, la preside la doctora Claudia María Teresa Ugarte Taboada, quien explicó a Perú21 la razón de ser de este servicio que todo médico debería realizar si quisiera trabajar en el Estado o pretender alguna especialización.

"El Serums es una retribución de los profesionales de la salud al Estado por la inversión que hace el gobierno en su educación”, señaló.  ¿Y qué sucede cuando alguno de estos jóvenes ha estudiado, por ejemplo, en una universidad privada? Ugarte Taboada responde:

“Si yo he estudiado en una universidad privada, ¿por qué tengo que retribuirle al Estado mi formación? Es porque en las carreras de la salud, los tres primeros años yo estudio en aulas. A partir del cuarto, los estudiantes aprenden en un hospital o un centro de salud del Estado”, manifiesta.

La doctora recalca que “por más que un médico estudie en una institución privada, todas ellas tienen convenios con las instituciones públicas para hacer sus campos clínicos (es decir, prácticas supervisadas por un docente)”. “Más de la mitad de la carrera, realmente la realizo en instituciones del Estado”, agrega.

GOBIERNOS REGIONALES MÁS INVOLUCRADOS

Consultada por este diario acerca sobre qué institución gubernamental debe responder a las denuncias de robos, hostigamiento laboral, violaciones y accidentes que puedan ocurrir en el Serums, la especialista hizo un mea culpa, sin embargo, subrayó que los gobiernos regionales (Gores) deben estar más activos y atentos con los puestos de salud porque son de su entera responsabilidad.

“Si hay un chofer ebrio que maneja una ambulancia, yo como Minsa no lo puedo sancionar. Porque ese conductor trabaja en un establecimiento de salud de un gobierno regional. Como Minsa, puedo comunicarme con el gobierno regional para que lo sancionen o boten, a pesar que sea nombrado. Pero directamente no lo puedo hacer”, explica.

Ugarte Taboada refirió que el Minsa responde a las necesidades que los gobiernos regionales solicitan. “Nosotros regulamos, damos las normas, damos el presupuesto y supervisamos el Serums”, añade. Aparte del apoyo que este ministerio exige a los Gores, también se lo solicita a los mismos serumistas.

“Lo que sí necesitamos es que los serumistas avisen cualquier problema. Ni bien haya casos de acoso laboral, hostigamiento, vulneración de derechos o peligro inminente, deben comunicarse con el coordinador regional del Serums y, además, pueden alertarlo virtualmente al SAS (Servicio Alerta Serums)”, subraya.

En cuanto a la infraestructura, el equipamiento y el abastecimiento de medicinas de las plazas para los serumistas, Ugarte Taboada dijo a este diario que depende de los gobiernos regionales cómo es que administran el presupuesto para que esos centros de salud no estén en precarias condiciones. “Nosotros respondemos a lo que ellos nos solicitan”.

33 SERUMISTAS HAN MUERTO ENTRE 2008 Y 2017

La doctora Ugarte Taboada proporcionó a este diario cifras sobre los decesos de estos jóvenes médicos. La titular de la Dirección General del Personal de la Salud del Minsa precisó a Perú21 que entre los años 2008 y 2017, hubo un total de 77,869 serumistas. De esa cifra, el 0.042% murió.

Trasformado a números enteros ese porcentaje, resulta que 33 serumistas han perdido la vida en nueve años. “Los efectos adversos existen, no quisiéramos que nadie fallezca, pero esa cantidad de eventos es bajísima para el número de serumistas que tenemos”, indicó. 

La representante del Minsa brindó otro dato más. El 0.5% de los 77,869 serumistas que se presentaron entre los años 2008 y 2017 denunciaron “reportes adversos” que se traducen en “problemas de acoso, accidentes, entre otros”. Este porcentaje de quejas representa, aproximadamente, 389 casos de ese tipo que fueron reportados en el periodo indicado.

Respecto sobre si el puntaje obtenido por el Serums es determinante para poder aprobar el examen de residentado médico, la doctora rechazó esta postura: “Hemos hecho un estudio y nos hemos dado cuenta que en la nota, el Serums no es lo fundamental para que yo ingrese a la residencia. Lo que me da más puntaje es el mismo examen”.

¿DEBE SER SUSPENDIDO EL SERUMS?

Los casos de las muertes de María Ana y Luis Felipe llegaron hasta el Congreso. El miércoles 2 de mayo, mientras se debatía el voto de confianza para el gabinete ministerial presidido por César Villanueva, el legislador independiente, Alberto de Belaunde, expuso esta problemática en su participación.

Estos fallecimientos fueron expuestos ante la presencia de la ministra Pessah, quien se encontraba en el Pleno del Congreso aquella noche. “Existen también denuncias de hostigamiento y violaciones sexuales contra mujeres médicos que realizan el Serums”, expresó el congresista.

El parlamentario De Belaunde respondió a Perú21 sobre la posible cancelación del Serums que proponen algunos médicos tras la muerte de María Ana y Luis Felipe. “Si el Estado no está en la capacidad de proteger a los jóvenes que participan en este programa, lo que correspondería es que haya una suspensión”, advirtió.

Según comentó a este diario, le parece “noble” que exista esta clase de servicio en los rincones más recónditos del país, sin embargo, recalcó que “estos médicos jóvenes no pueden reemplazar la presencia del Estado en zonas alejadas”.

“Lo que yo quisiera es que no asumamos como normal que en los últimos 9 años, más de 30 jóvenes hayan muerto. Creo que la indiferencia es lo peor que puede suceder. Hay que discutir si es justo que la única presencia de atención de salud primaria en esos lugares sea la de un médico recién graduado”, advirtió. 

El ex legislador de Peruanos Por el Kambio señaló que busca “una cita con el Colegio Médico del Perú, con doctores serumistas y con todos los actores involucrados” para crear una mesa de trabajo en el Parlamento y, de esta manera, evaluar si se puede discutir esta problemática en una posible sesión en la Comisión de Salud del Congreso.

El pasado 2 de mayo, Liliana Cabani (decana nacional del Colegio Médico del Perú) tuvo un encuentro con la doctora Ugarte Taboada para acordar una reformulación del Serums para el nuevo proceso de este año. En la reunión, también estuvo presente una delegación nacional de médicos serumistas.

Mientras estas reuniones se pactan, otro grupo de médicos ya se encuentra alistando maletas para irse a su plaza escogida. El proceso Serums 2018-I empezó en mayo y la próxima convocatoria será en octubre. Solo queda esperar que las pérdidas de María Ana y Luis Felipe no hayan sido en vano. ¿Se tomarán acciones concretas para evitar más denuncias y muertes?

SABÍA QUE...

Cinco médicos nacionales de universidades peruanas diferentes realizaron una encuesta dirigida hacia serumistas en el año 2015 en la región Áncash y lo que se encontró fue lo siguiente: 

- 80.0% reportaron falta de implementos para realizar su labor
- 54.4% se quejaron de trabajo excesivo
- 14.7% sufrieron accidentes de tránsito
- 26.2% experimentaron otros accidentes (quemaduras, caídas...)
- 12.4% denunciaron robos

Este sondeo fue publicado a manera de artículo en la Universidad Nacional de Colombia a través de su Revista de la Facultad de Medicina y lo puedes leer completo desde este enlace.