Redacción PERÚ21

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No les importó la hora ni el frío. Una interminable cola se formó desde altas horas de la noche del miércoles en el convento de . Decenas de fieles de la patrona de América dejaron sus cartas en el .

En este 30 de agosto, fecha oficial en el Perú para la celebración de la imagen sagrada de la Policía del Perú, la gente sigue llegando en grandes cantidades. 

Cuenta la leyenda que Isabel Flores de Oliva, nombre real de Santa Rosa, se colocó una cadena en la cintura para sufrir como Cristo. Ella tiró la llave en un pozo de un aproximado de 19 metros de profundidad. Cuando el padre con el que se había confesado le dijo que podía quitársela, Santa Rosa recordó que la llave estaba en aquel lugar. Fue a llorar por no poder sacarse la dolorosa correa. En ese instante, la cadena se abrió. Al parecer, se debió a un milagro de Dios. 

Las personas llegan a la puerta que está cerca al jirón Callao para esperar su turno de dejar sus deseos en el pozo que consideran bendito. Tienen fe de que estos se eleven al cielo y sean escuchados.