Desde la Antigua panamericana Norte, a unos kilómetros del centro del distrito de Jayanca, en la provincia de , se observa una hilera de módulos de cartón prensado, donde vive un grupo de familias damnificadas por el .

Anita Fuentes, de 35 años,  representante de las familias de Jayanca, cuenta que fueron rescatados en helicóptero por el Ejército, tras la lluvia del 15 de marzo que desbordó el río La Leche y dejó aislado al centro poblado Víctor Raúl Haya de la Torre, donde ella y sus vecinos vivían.

Han pasado dos años, Fuentes vive con su esposo y sus cinco hijos en un pequeño módulo que le fue instalado por una ONG en la zona conocida como el cruce La Viña y que, coincidentemente, está ubicado a pocos metros del río La Leche que la dejó sin casa y que amenaza con hacerlo de nuevo. 

Vivir en un módulo representa una suma de problemas. Soportar el calor que, en sus picos más altos, alcanza los 34 grados y que bajo el techo de calamina parece incrementarse unos grados más hasta hacerlo un lugar insoportable, que ocasiona en los niños enfermedades a la piel.

Los zancudos en tiempos del dengue y la falta de servicios básicos es una constante con la que tienen que enfrentarse estas familias.

“No se soporta el calor. Los niños lloran, se acuestan en el piso pensando obtener más frescura. Nosotros tratamos de salir porque es más fresco”, comenta Marcos Vargas, quien vive con su esposa y sus dos hijas en este asentamiento.

Para beber agua, preparar sus alimentos o bañarse diariamente, los moradores deben recurrir al río con el riesgo de ser arrastrados. También ldeben cruzarlo, cuando el caudal está bajo, para trabajar las tierras agrícolas que dejaron, al quedar aislados y que los proveen de una pequeña cantidad ingresos para mantener a sus parientes.

PACORÁ 

En el sector Puente Machuca, en Pacorá, la historia se repite.. En esta zona confluyen los ríos La Leche y Motupe y en 2017 ambos se desbordaron dejando aislado el distrito y varios centros poblados.

Santiago Farro, secretario del núcleo ejecutor del sector Puente Machuca, vive en un módulo temporal que le fue entregado por el Ministerio de Vivienda. Esta estructura de cartón y triplay se puede ver desde la carretera, junto a otro grupo de casas similares.

Su vivienda, sin embargo, fue pintada de lila, pero esto no logra disimular los signos de deterioro que las lluvias estacionales están ocasionado en las bases y las paredes.

Hay módulos que han sido afectados por la lluvia y se están pudriendo y comenzando a destruirse. Si las lluvias siguen, tenemos miedo que todo esto vuelva a destruirse”, manifestó.

El Ministerio de Vivienda ha edificado más de 100 casas para damnificados en este distrito. Sin embargo, las familias de este sector, ubicado a solo unos metros del río, siguen a la espera de su vivienda definitiva.