Pasadas las 3 de la tarde de ayer, un diluvio cayó sobre la calurosa provincia de Sullana, en la región Piura. Calles, avenidas, algunas viviendas del centro y la comisaría de Marcavelica se inundaron en pocos minutos, mientras la población buscaba guarecerse de la lluvia, los rayos y los fuertes vientos que amenazaban arrancar los techos de las viviendas más precarias.
Al cierre de esta edición, muchos pobladores colocaban barricadas en sus inmuebles para evitar que estos se inunden ante nuevas precipitaciones. Sobre el tema, Nelson Quispe, meteorólogo del Senamhi, explicó que una “nubosidad muy desarrollada” generó lluvias, descargas eléctricas y vientos intensos en Sullana. Agregó que el último jueves, el Senamhi emitió un reporte en el que se alertaba de estas precipitaciones en Piura. Además, resaltó que los ríos de esa región han aumentado cinco veces más su caudal habitual.
Los habitantes del centro poblado de Malingas, en el distrito de Tambogrande, también se han visto afectados por los aguaceros. Allí aún hay muchos caseríos aislados y su alcaldesa, Jesús María García, ha pedido un helicóptero para rescatar a los damnificados.
Así ha sido la rutina de los habitantes de Piura en los últimos días. Vivir mirando al cielo a la espera de que la cortina de lluvias se abra para que descargue toda su furia, tal como ocurrió el último domingo en Chulucanas, cuna de artesanos de la provincia de Morropón, la cual quedó literalmente bajo el agua tras cuatro horas de tormenta.
Por ello, César Villanueva, primer ministro de la Nación, llegó ayer a la zona para coordinar la atención de este y otros desastres en Piura y, al ver la magnitud de los daños en el hospital de Chulucanas y en algunos caseríos, sostuvo que las lluvias y desbordes en el país han sido de tal magnitud que no estaban dentro de las previsiones del Gobierno Central. “El nivel de los aguaceros en el sur y en el norte ha sido de tal envergadura que se ha salido fuera de los cálculos”, expresó el premier.
Como es público, el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) ha informado que el periodo de lluvias –que se inició a fines del año pasado– ha dejado hasta el momento en todo el país 50 fallecidos y 9,759 afectados. “Cada sitio tiene una realidad. Iremos evaluando cada caso”, acotó Villanueva.
DESBORDE EN LAMBAYEQUE
De otro lado, en Lambayeque, unas 500 familias de centros poblados ubicados en la parte baja del distrito de Mórrope y en Zaña quedaron incomunicadas tras el desborde del río La Leche, que incrementó su caudal en las últimas horas por las intensas lluvias. Así lo informó el jefe de Defensa Civil-Lambayeque, Carlos Balarezo.
Ante esta situación, la municipalidad distrital de Mórrope activó su plan de contingencia y movilizó maquinaria pesada para reforzar las márgenes del afluente.
Del mismo modo, en la región Amazonas, el puente San José, en el distrito de Cajaruro, provincia de Utcubamba, colapsó por los aguaceros. La vía Pedro Ruiz-Chachapoyas también fue interrumpida por un alud.
En Áncash, el constante deslizamiento de tierra y rocas ha restringido el tránsito en la vía Huaraz-Casma a la altura del distrito de Pariacoto, informó el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER). Según esa entidad, hay otras ocho vías bloqueadas en esa región. En tanto, pobladores de seis caseríos del distrito de Moro, en la provincia del Santa, han quedado aislados debido al aumento del caudal y desborde del río Moro, ocurrido ayer. En Huancavelica, un huaico en el distrito de Ticrapo, provincia de Castrovirreyna, sepultó a Robert Pari Castro.
ALERTA EN LA SELVA
Cabe señalar que, hasta ayer, las lluvias desplegaron toda su fuerza en el norte y ahora –según el Senamhi– le darán una tregua a esa parte del país hasta el 1 de marzo. Por ello, a partir de hoy, se espera que fuertes lluvias golpeen 12 regiones de la selva hasta el viernes. Los departamentos alertados son Amazonas, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Junín, Loreto, Madre de Dios, Pasco, Puno, San Martín y Ucayali.