Una nueva caída de rocas y deslizamiento de material fracturado cubrió la pista de la salida al bulevar La Herradura, a la altura del restaurante El Salto del Fraile, en Chorrillos, el último 22 de octubre. La vía utilizada por ciclistas, runners y conductores de vehículos se vio bloqueada por grandes rocas sedimentadas y cúmulos de partículas erosionadas.
El hecho de que el desprendimiento sucediera en la madrugada evitó una tragedia como la de noviembre de 2023, cuando una piedra que se desprendió del talud cayó sobre la cabeza de una mujer que estaba dentro de un auto y la mató. Sin embargo, el grave peligro en este lugar es constante e inminente, aunque las autoridades responsables de gestionar la atención del riesgo —Municipalidad de Chorrillos, Municipalidad de Lima y Autoridad del Proyecto Costa Verde— parecieran no tener premura en buscar soluciones técnicas, pues luego de unos días la vía fue reabierta. No obstante, volvieron los desprendimientos y el municipio cerró una parte de la pista con rejas y conos de seguridad, según constató Perú21.
“Las autoridades pertinentes deberían ver que hay riesgo, que le puede caer una roca a una persona, que esa roca ya mató a alguien y puede volver a ocurrir. Yo no recomendaría a nadie que pase por aquí. Hace 30 o 40 años que ocurren derrumbes. Lo ideal es que enmallen la zona, porque lo que pasó no fue ni siquiera por un sismo, sino por el viento”, declaró el ciclista Sergio.
MIRA: La única alternativa
Richard, quien suele correr siempre que puede por el malecón, agregó: “Le pido al alcalde que tome medidas preventivas para evitar deslizamientos de rocas, piedras que en algún momento pueden hacer daño tanto al peatón como a los vehículos que transitan”.
Una comerciante que labora en La Herradura desde hace 50 años nos mostró una roca sedimentada de gran tamaño que cayó en el reciente deslizamiento. “Esto ha caído del cerro el 22 de octubre, y anteayer también volvieron a caer. Por eso, han puesto conos, rejas. Cuando paso por aquí con mi coche, lo hago rápido, corriendo”, relató.
¿QUÉ HACER?
Especialistas consultados por este diario mencionaron que la acción del viento, de la humedad y las vibraciones sísmicas están generando la desestabilización de los bloques fracturados. Esto, sumado a la elevada pendiente del terreno, hace que las rocas se desprendan y rueden cuesta abajo.
Frente a esta situación, dijeron que la administración del alcalde Fernando Velasco debe iniciar de inmediato, con los recursos asignados a la Gestión del Riesgo de Desastres, estudios de estabilidad del talud para evaluar la calidad del terreno y proponer medidas de protección.
“Ante este tipo de fallas se deben colocar medidas de protección y estabilización que contengan estos desprendimientos; pero no poner geomallas que se colocan en la Costa Verde, porque son superficiales y no hacen sostenimiento al talud. Se debe optar por geomantas reforzadas con mallas de acero en doble torsión y pernos de anclaje, que son sistemas tipo soil nailing para sostener el talud", explicó el ingeniero civil César Torres, gerente de Ingeniería Maccaferri de Perú.
A su vez, el ingeniero geólogo Juvenal Medina, del Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes), manifestó que las investigaciones deben incluir la evaluación de fragmentos de rocas en condiciones críticas; la colocación de una malla protectora al pie del talud para evitar que fragmentos de rocas desprendidos invadan la pista; o la reducción de la pendiente del cerro, aunque resultaría dificultoso porque el lugar compromete al Morro Solar y es patrimonio histórico.
“El primero llamado a intervenir es la Municipalidad de Chorrillos. ¿Por qué no lo hace? Falta voluntad política. No lo está priorizando… El Municipio de Chorrillos, la Municipalidad de Lima y la Autoridad del Proyecto de la Costa Verde tienen partidas económicas para hacer estudios en el marco del Programa Presupuestal 0068”, detalló.
Torres subrayó que la falta de cultura del manejo de riesgo, por la carencia de sanciones para las autoridades, genera que estas ejecuten medidas paliativas, en lugar de disponer estudios de estabilización del talud. “Esta zona debe ser declarada en riesgo. En cualquier momento puede volver a desprenderse una roca”, enfatizó.
Finalmente, el subgerente de Gestión del Riesgo de Desastres, Carlos Felipa, dijo en un video enviado a este diario que la Municipalidad de Lima suscribió el mes pasado un convenio con el Instituto Geofísico del Perú (IGP) para hacer estudios sobre el estado geofísico y de las masas del talud de La Herradura. “Esto nos va a permitir saber cuáles son los lugares más críticos y propensos a posibles derrumbes. Nos va a ayudar a saber qué proyectos de inversión y medidas estructurales podemos tomar para mitigar los riesgos”, indicó.
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