El Papa León XIV ha realizado su primer nombramiento episcopal desde que fue elegido sucesor de Francisco.
Se trata del peruano Miguel Ángel Contreras Llajaruna, sacerdote marista y actual vicario episcopal del Callao, quien asumirá como obispo auxiliar en esa misma diócesis. La decisión, anunciada este miércoles por el Vaticano, refuerza el vínculo del nuevo pontífice con el Perú, país donde ejerció como obispo y misionero antes de llegar a Roma.
¿QUIÉN ES EL ELEGIDO?
Miguel Ángel Contreras Llajaruna nació el 5 de julio de 1979 en Cajabamba, Cajamarca. Ingresó al seminario de los Padres Maristas en Sullana (Piura), y desde entonces ha desarrollado una sólida trayectoria académica y pastoral.
Estudió Filosofía en el Instituto Superior de Estudios Teológicos Juan XXIII (Lima), Teología en el Instituto Teológico Salesiano Cristo Resucitado (Guadalajara, México), y obtuvo una licenciatura en Sagrada Escritura por la Facultad Jesuita de Filosofía y Teología de Belo Horizonte (Brasil). Además, cuenta con una maestría en Gestión y Dirección Educativa por la Universidad Marcelino Champagnat de Lima.
Ordenado sacerdote el 25 de abril de 2008, ha sido promotor escolar en el colegio parroquial San José (2012-2021), párroco de la parroquia Virgen Misionera (2015-2022), y vicario episcopal para la Vida Consagrada desde 2021. Actualmente dirige también la red de escuelas parroquiales del Callao y es superior del distrito América del Sur de los Padres Maristas.
Su labor se ha centrado en el Callao, donde es una figura reconocida por su compromiso con la educación católica y el acompañamiento comunitario.
El Vaticano le ha asignado además la sede titular de Babra, como es tradición en los nombramientos de obispos auxiliares.
“Mi vocación surgió desde la familia»
En conversación con la Diócesis del Callao, el padre Miguel Ángel Contreras Llajaruna compartió detalles de su vocación y su visión pastoral.
“Mi vocación surgió desde la familia […] me pregunté por qué yo no podía hacer lo que hacía aquel diácono: servir a la gente y celebrar con ellos”, relató.
Su camino con los maristas se consolidó al experimentar su estilo de vida y misión: “Ser y continuar la presencia de María en el mundo es nuestra misión”, afirma, subrayando que su labor en el Callao no se limita a lo ritual o administrativo, sino que integra la educación, la catequesis, la acción social y el acompañamiento comunitario.
Contreras lleva más de una década sirviendo en La Perla, desde donde ha impulsado una parroquia con fuerte vida comunitaria.
“Esta parroquia no ha crecido en infraestructura, pero sí en fe”, señala, destacando la diversidad de grupos pastorales, los retiros masivos y los cursos formativos como parte de su propuesta integral.
“Para nosotros, la educación no es un trabajo, es un ministerio. Un instrumento de misericordia para acercar a Dios a quienes más lo necesitan”, afirma. Con humildad, resume su experiencia: “He aprendido en el camino con la gente, a ver su necesidad, su sensibilidad y su deseo de crecer en la fe”.
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