Redacción PERÚ21

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Hace un año, sufría los embates de la naturaleza. Los huaicos llegaron hasta la Plaza de Armas y miles se quedaron sin hogar debido al fenómeno de El Niño costero. Un año después de la tragedia, la Ciudad de la Eterna Primavera recibió con gran esperanza al .

No obstante, el júbilo de los trujillanos no logró ocultar una preocupante realidad: aún falta mucho por reconstruir en esa parte del norte de nuestro país.

Tras oficiar una multitudinaria misa en la playa de Huanchaco, el Sumo Pontífice recorrió en su papamóvil las calles del barrio de Buenos Aires, uno de los más afectados por El Niño.

Cuando pasó por la avenida principal, se pudo ver que varias de las casas que fueron afectadas por los huaicos aún lucían destruidas y otras estaban a medio reconstruir. Estas habían sido cubiertas con plásticos y triplay, al parecer, para ocultar su real situación.

“Hay muchas casas que fueron afectadas por El Niño y que aún no han sido refaccionadas. La ayuda no ha llegado a varias zonas de Trujillo. Hay muchas personas que siguen ocupando viviendas prefabricadas”, reclamó una vecina de la citada zona.

Además, dijo que las autoridades solo asfaltaron las pistas por las que pasó el papa Francisco. “La avenida Pedro Herrera es la única vía asfaltada en este distrito, las demás vías están en pésimo estado”, agregó.

Ante las quejas, voceros del municipio de Víctor Larco afirmaron que cubrieron esas zonas porque ahí solo hay terreno baldío o casas a medio reconstruir.

Según Defensa Civil, El Niño costero dejó en Buenos Aires unos 3 mil damnificados, 11 mil afectados y 700 casas dañadas.

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