Sida
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Carolina Chávez tiene 56 años y 24 de ellos conviviendo con el . Estar infectada no le ha impedido estudiar ni trabajar como investigadora en un laboratorio, así como criar y ver crecer a sus hijos. Aunque los primeros años fueron de mucho miedo porque no había tratamiento para la infección y Carolina pensaba que iba a morir, se las ingenió para cuidarse y estar bien. Hace 10 años que toma los antirretrovirales y su salud en estos momentos es óptima, pero ella sabe que no debe descuidarse.

“Adquirí el virus en 1994 por mi esposo. Él se enfermó y lo hospitalizaron y allí le detectaron el VIH, aunque entonces no había tanta información y todos lo llamaban . También me hicieron la prueba y salió positiva, pues entonces nadie hablaba de usar condón para prevenir una infección. En ese momento me sentí muy triste, devastada, porque sabía que las personas con esa enfermedad morían muy feo, con infecciones fuertes y complicaciones, y no quería que mi esposo y yo pasáramos por todo eso”, recuerda.

Su lucha día a día ha dado sus frutos, pues Carolina ha podido controlar la infección y ahora realiza sus actividades como cualquier persona que no tiene el virus. “El VIH está en mi sangre, pero nadie lo ve. Ahora hay tratamientos y el mal es tan controlable como la presión alta, la diabetes o el lupus. Sí debo tomar mis medicinas todos los días y ser constante, pero, fuera de eso, estoy muy bien y mi trabajo es lo que más me levanta, aunque por precaución yo sigo limpiando todo con lejía”, manifiesta Carolina.

Pero no todo es igual. El VIH sí afectó la vida de Carolina. “Lo más difícil de todo esto ha sido la relación con mis hijos. Yo no he sido cariñosa con ellos porque me dijeron que me iba a morir rápido, así que no quería que ellos se encariñaran y fui un poco fría… Ahora que ellos han crecido y me doy cuenta de que no voy a morir tan rápido, lamento mucho el tiempo perdido y me arrepiento”, dice.

Por eso, Carolina se molesta con la gente que no se da cuenta de lo peligroso que puede ser infectarse con el VIH. “Siento cólera porque, habiendo tanta información, los chicos siguen infectándose y piensan que esto ya no es letal, que hay tratamientos y que no les tocará a ellos. Pero a veces no es así, yo he tenido que enfrentar el miedo, el desabastecimiento de medicinas y he visto morir a mucha gente, pero ellos no entienden, no comprenden”, dice molesta.

Las estadísticas del Ministerio de Salud (Minsa) dan la razón a Carolina. Aunque en el Perú desde la implementación de los tratamientos con antirretrovirales los casos notificados de sida y la mortalidad de personas con VIH disminuyó en un 46%, se calcula que unas 70,000 mil personas viven con el VIH y cada año se diagnostican 3,500 pacientes nuevos.

Debido a que en el 97% de casos la transmisión del virus es por vía sexual –y el sexo anal sigue siendo el comportamiento sexual de más alto riesgo–, la mayor cantidad de casos se presenta en el grupo poblacional de hombres que tienen sexo con otros hombres y las mujeres transgénero.

Pero, además, los varones jóvenes están más expuestos, pues de cada 10 personas infectadas con VIH en el país 8 son hombres y, como la media de casos de sida se presenta a los 33 años, se calcula que en el 50% de los casos las personas se expusieron al virus entre los 20 y 25 años de edad.

SIN MIEDO AL VIH

El consejero y educador comunitario de Vía Libre José Luis Castro –quien trabaja directamente con la población vulnerable a contraer el VIH– refirió que, debido a que el virus es considerado ahora como una infección crónica y los tratamientos usan medicamentos menos tóxicos, pues ya no es necesario emplear cuatro o cinco pastillas, sino solo una al día, los jóvenes han perdido el temor a contraer la enfermedad.

“El panorama del VIH ha cambiado. Los jóvenes de 20 a 34 años son los más afectados, pero ellos no han vivido la epidemia de los años 80 y 90, cuando la persona que adquiría el VIH moría. Por eso, se sienten inmunes, inician sus relaciones sexuales tempranamente, con múltiples parejas y sin información ni protección, y eso hace que todos los días se sigan diagnosticando casos positivos de VIH”, aseguró.

De acuerdo con AHF Perú –que trabaja con pacientes de VIH–, para frenar la infección es muy importante que las personas que mantienen una relación sexual usen un preservativo como medida de protección. Sin embargo, solo el 14% de varones y el 9% de mujeres utiliza siempre el preservativo durante sus relaciones sexuales; es decir, la mayoría no se cuida.

Patricia Segura, coordinadora de la Estrategia Sanitaria Nacional de VIH-SIDA del Minsa, refirió que dicho portafolio está trabajando para mejorar el acceso de los adolescentes a la información de salud sexual, principalmente a través de la educación. Sin embargo, mencionó que hay algunas barreras de carácter legal que no permiten entregar información oportuna a todos los menores como se debería.

Por ello, pese a que en países europeos las cifras de nuevas infecciones de VIH están disminuyendo, en el Perú los casos se mantienen. Según los registros del Minsa, el año pasado se presentaron 6,407 casos de VIH y 1,376 de sida y hasta marzo de este año se registraron solo en Lima 300 casos de personas infectadas con VIH. Además, se observa un ligero incremento de casos entre la población joven.

SIN TRATAMIENTO

Segura precisó que otro problema que deben enfrentar en el Perú es que, de las 70,000 personas infectadas con VIH, solo 45,000 reciben tratamiento antirretroviral. Aún hay 16,000 personas que no saben que tienen el diagnóstico y unas 10,000 más que están infectadas han recibido su diagnóstico pero por diversas razones no se tratan.

Hay muchas razones para ello: las personas no reconocen su situación, tienen temor a la infección, al estigma que ocasiona la enfermedad, a cómo lo mire su familia y sus amigos, a cómo reaccione su ambiente laboral o su pareja, etc.

No obstante, Segura advirtió que quien no recibe tratamiento sufrirá las consecuencias de la infección. “Una persona con el VIH puede estar entre tres y cinco años sin presentar síntomas, pero en ese tiempo el sistema de defensa del cuerpo se puede destruir rápidamente. Por eso es vital acceder al diagnóstico en una etapa temprana ya que así se reforzará su sistema de defensa y se podrá sobrellevar la enfermedad”, sostuvo.

TENGA EN CUENTA

​- En los últimos años, la prueba de descarte del VIH se ha hecho muy sencilla. Basta con sacar una gota de sangre del dedo de la persona para saber su diagnóstico en 20 minutos.

- El Ministerio de Salud brinda el tratamiento gratuito a todas las personas que viven con el VIH en 119 establecimientos de salud del país y 26 organizaciones y ONG.

- Desde marzo de este año, los medicamentos para tratar el VIH han cambiado. Ahora los tres fármacos que se necesitan para combatir la enfermedad se han unido en una sola toma de una pastilla al día.

- Según los expertos, el éxito del tratamiento depende de que la persona tome sus medicamentos regularmente y se controle de manera periódica.

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