Después de ocho días de permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, una niña de 2 años con diagnóstico de COVID-19 y síndrome tipo Kawasaki atípico abandonó esta área y fue derivada a Hospitalización de Especialidades Quirúrgicas para continuar su proceso de recuperación, siendo su condición estable.
La paciente ingresó por Emergencia el pasado 26 de mayo y de inmediato fue conducida a UCI Pediátrica COVID, donde se le inició el tratamiento con medicación para combatir la enfermedad de Kawasaki y el contagio de coronavirus.
El coordinador del área COVID de UCI Pediátrica, Franklin Mendoza Torres, explicó que la niña recibió atención multidisciplinaria que incluye terapia respiratoria dos veces al día a cargo de terapistas especializados, manejo conjunto con cardiólogos pediatras, monitoreo con equipos modernos para verificar la función cardiaca y respiratoria, electrocardiogramas y ecocardiografías cada 48 horas, así como cuidados de enfermería especializada las 24 horas del día.
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Por su parte, Ramiro Prialé Miranda, coordinador del área COVID de Especialidades Quirúrgicas, informó que desde su ingreso a Hospitalización, la menor continúa en permanente monitoreo en coordinación con los especialistas de cardiología debido a que el síndrome Kawasaki podría presentar graves lesiones coronarias. “El estado de salud de la pequeña es estable y su evolución favorable”.
Agregó que los padres de la niña reciben a diario un reporte médico sobre la evolución clínica de su hija. Entre los síntomas de la enfermedad del síndrome de Kawasaki son: fiebre por más de 5 días; manos, pies y lengua hinchado; erupción cutánea; ojos rojos o rosados.
Mendoza Torres, dijo que aún no hay certeza si esta afección está relacionada con el nuevo coronavirus, sin embargo es importante que se realice un diagnóstico precoz a fin de lograr que los niños reciban atención de urgencia en los centros de alta complejidad.
Desde la declaratoria de la emergencia sanitaria, el INSN San Borja atendió a 38 niños con diagnóstico de COVID-19, entre un mes de vida y 15 años, de los cuales 24 superaron la enfermedad.