Neumonía: las vacunas son la mejor prevención contra esta enfermedad

La neumonía es una enfermedad que durante 2021 generó 91,974 casos y 9,265 muertes en el país, según datos del Ministerio de Salud (Minsa). Sin embargo, los graves cuadros clínicos de esta enfermedad pueden ser prevenidos y el mejor camino para ello son las vacunas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la administración de la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente, que protege contra 13 de los más de 90 serotipos de neumococos existentes.

La mencionada vacuna protege la salud de las personas, no solo de la neumonía, sino también de males causados por el neumococo, como la meningitis, sinusitis o la otitis media.

La vacuna contra el neumococo está disponible como parte del plan de inmunizaciones del Ministerio de Salud para menores de 5 años en tres dosis, que se inoculan a los 2, 4 y 12 meses.

También se aplica a los adultos mayores de 60 años en una sola dosis y a pacientes con comorbilidades como: asma, diabetes, hipertensión, obesidad, entre otras.

Tan solo al 28 de junio de este año, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC Perú) ya había identificado 31,920 casos de neumonía y 1,383 fallecimientos a nivel nacional.

“La neumonía es una infección del pulmón que puede ser causada por múltiples microorganismos (bacterias, virus y hongos), y se clasifican según se adquieren en el día a día de una persona (neumonía adquirida en la comunidad) o en un centro sanitario (neumonía hospitalaria)”, informó el CDC Perú.

Por ello las autoridades han destacado la importancia de sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de la vacunación como una herramienta para prevenir la neumonía, salvar vidas y permitir un mejor aprovechamiento del sistema de salud para atender a más personas.

Los síntomas de la neumonía

Los síntomas son variados y pueden ser diferentes según la edad de la persona, por ello se debe diferenciar a los menores de cinco años de los mayores de 60.

Según el CDC Perú, en el caso de los menores de cinco años, los síntomas a considerar son:

• Malestar general

• Fiebre y escalofríos

• Dificultad para respirar o sensación de falta de aire sobre todo con el esfuerzo o las actividades habituales.

• Tos seca o acompañada de esputo de coloración amarillenta y, ocasionalmente, el esputo puede estar manchado con restos de sangre.

• Desorientación o cambios de percepción mental (en adultos de 65 años o más)

• Temperatura corporal más baja de lo normal (en adultos mayores de 65 años y personas con un sistema inmunitario débil)

• Náuseas, vómitos o diarrea

• Falta de apetito, baja energía y fatiga

Cuando se trata de los adulos mayores, con 60 años a más, este mal puede presentarse de la siguiente forma:

• Malestar general

• Fiebre y escalofríos

• Dificultad para respirar o sensación de falta de aire sobre todo con el esfuerzo o las actividades habituales.

• Tos seca o acompañada de esputo de coloración amarillenta y, ocasionalmente, el esputo puede estar manchado con restos de sangre.

• Desorientación o cambios de percepción mental (en adultos de 65 años o más)

• Temperatura corporal más baja de lo normal (en adultos mayores de 65 años y personas con un sistema inmunitario débil)

• Náuseas, vómitos o diarrea

• Falta de apetito, baja energía y fatiga