Redacción PERÚ21

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El Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social () informó que través del proyecto Haku Wiñay/Noa Jayatai, muchas mujeres rurales tienen nuevas oportunidades para fortalecer sus capacidades, recuperar su autoestima, empoderarse y desplegar sus potencialidades como mujer, madre, ama de casa, campesina, obrera rural, emprendedora o capacitadora.

CASOS
​Elizabeth Huachacca Chávez es yachachiq. Es decir, brinda asistencia técnica a otras madres de familia. Ella trabaja con 50 familias en Áncash. Durante años sufrió violencia física y psicológica por parte de su ex pareja. Hoy, gracias al proyecto Haku Wiñay ha salido adelante. “Ya tengo cómo mantener a mis hijos y vivo feliz con ellos. Haku Wiñay ha cambiado mi vida y de muchas familias”, dijo a Andina.

Por otro lado, Reyna Herrera Copitán vive en la provincia de Carhuaz, ella también ha sufrido maltratos del padre de su hija. Sin embargo, Con la llegada del proyecto Haku Wiñay a su comunidad, Reyna inició una nueva etapa: participó en un concurso de emprendimientos y logró financiamiento para poner en marcha una panadería.

Otra de las mujeres que padeció violencia familiar es Graciela Ñope Villegas, quien trabaja como yachachiq del proyecto Haku Wiñay en Huaraz. “Haku Wiñay es un proyecto muy bueno. A las familias les aconsejo que tienen que aprovechar esta oportunidad que da el Estado para mejorar y para salir de la pobreza”, sostuvo.

Estas mujeres han podido dar un giro a sus vidas con Haku Wiñay (en la sierra) y Noa Jayatai (en la selva), proyecto de desarrollo de capacidades productivas y emprendimientos rurales promovido por el a través de Foncodes.

DATO
A nivel nacional, más de 200 mil familias trabajan en el desarrollo de capacidades productivas y emprendimientos rurales, de los cuales más de 90 mil son mujeres, que participan y gestionan con transparencia proyectos orientados a la inclusión social y económica en el mundo rural.

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