Sabía el riesgo de su trabajo, sabía que un día cualquiera podía ser el último que compartiera con su familia, sabía que se enfrentaba a sanguinarias bandas, pero –sobre todo– sabía cuál era su deber: luchar contra el crimen organizado que día a día desata dolor y muerte en nuestro país. Se trata del suboficial superior PNP Rusber Lázaro Arquiñigo, un policía de la Dirincri que, en pleno trabajo encubierto, fue asesinado a balazos por presuntos sicarios colombianos.
Otras dos personas, un hombre y una mujer, que estaban reunidos con él en un restaurante, en Nasca, también murieron durante el feroz ataque.
Lázaro Arquiñigo realizó trabajos de inteligencia en la mayoría de los 80 megaoperativos que ha efectuado el Ministerio del Interior a nivel nacional.
Su experiencia tras haber sido uno de los agentes que resolvieron el crimen del ex consejero regional Ezequiel Nolasco –caso que condujo a la captura de César Álvarez, ex presidente del Gobierno Regional de Áncash– hizo que este policía fuera destacado a un grupo especial de lucha contra el crimen organizado.
Desde ahí comenzó a realizar seguimientos a bandas criminales. Muchas veces se infiltró entre la delincuencia para buscar y corroborar información.
Al parecer, la muerte lo sorprendió cuando, precisamente, realizaba esta labor a fin de desbaratar una mafia involucrada en tráfico de terrenos y minería ilegal.
Eran las 9:30 p.m. del lunes. Lázaro había llegado a Nasca para reunirse con unas personas que iban a brindarle información sobre la citada banda.
Ingresó al restaurante Dayana, ubicado en la Plaza Mayor del distrito de Vista Alegre, y ahí se encontró con Milton Mardini Rosas, Ángel Torres Navarro, Néstor Campos Tapia y Mayume Barrientos Oré. Minutos después, dos sicarios los atacaron a tiros.
La mujer murió en el acto mientras el suboficial Lázaro Arquiñigo y Milton Mardini perecieron en el hospital de Ica.
El suboficial PNP Rusber Lázaro, junto con otros agentes, integraba el Grupo Especial de Homicidios de la Dirincri. Desde 2012 trabajaba en estrecha coordinación con la Fiscalía de Crimen Organizado.
Así, en mayo de 2014 participó en la desarticulación de la presunta red criminal del ex presidente regional de Áncash César Álvarez. Este cayó junto con otras 27 personas.
También fue parte de los logros de su institución como la captura de las bandas Los Camanejos, que extorsionaban y asesinaban a transportistas en Arequipa, y Los Injertos de Pakistán, que operaban en Jaén. También participó en la captura de Alberto Altamirano, ex alcalde del distrito de Camporredondo en Cajamarca, acusado de mandar a matar a su antecesor Wilder Cieza.
* El suboficial PNP Rusber Lázaro, quien deja tres hijos, ascendió el año pasado al máximo grado de suboficial superior.
* En agosto último fue condecorado por el jefe de la Dirincri, general Miguel Núñez, debido a su destacada labor. Tenía 22 años de servicio. Su muerte ha causado conmoción en la Policía.