A Machu Picchu le prometieron una lista de, al menos, cuatro obras necesarias: un centro de visitantes, accesos mecanizados, la puesta en valor de nuevos caminos incas y un acceso amazónico totalmente mejorado, que incluso eran respaldadas por la Unesco.
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Al día de hoy, siguen siendo lo que son: promesas incumplidas. Fue el Estudio Douglas Comer el que se encargó de elaborar varias propuestas en 2015, las cuales apuntaban a incrementar aún más el aforo de Machu Picchu sin afectar la llaqta y con la condición de que se cumpla con dichas obras, pero estas no se han ejecutado. En los 113 años de historia de la ciudadela inca, son ahora más necesarias que nunca.
El problema saltó el último 31 de octubre cuando el Ministerio de Cultura estableció el nuevo aforo dinámico en la ciudadela inca para 2025. El número se mantiene como el de este año. Serán 5,600 visitantes en temporada alta (1 de enero, de 17 al 20 de abril, de 19 de junio al 2 de noviembre y del 30 al 31 de diciembre) y 4,500 el resto del año. Sin embargo, los gremios turísticos formales de Cusco e incluso de la misma Gerencia Regional de Comercio Exterior y Turismo (Gercetur) calificaron esta decisión como unilateral; es decir, nunca hubo una reunión previa con las partes involucradas. Incluso el famoso Plan Maestro que tampoco se pone en marcha, pese a existir, indica textualmente como uno de los objetivos “incrementar la participación de los actores para la gestión integral de Machu Picchu”, por lo que solicitan que se reconsidere la decisión con un mejor sustento.
EL GRAN PROBLEMA
Si bien podría ser positivo mantener el aforo dinámico para el siguiente año con un ligero aumento de fechas, termina solo por maquillar los proyectos inconclusos mencionados en el primer párrafo de este informe y porque, de seguir así, no se van a poder superar las cifras prepandemia.
“Si es que se hubieran puesto en marcha todas las recomendaciones del estudio Comer, tranquilamente podríamos haber llegado a un número de alrededor de 6,000 visitantes. Como lamentablemente no se ha avanzado, se va a matener este monto de 5,600 boletos, y que 1,000 se venden de manera presencial. Si esto continúa así, no vamos a poder superar las cifras de 2019 para 2025”, dijo Carlos González, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Ollantaytambo, a Perú21.
Otra decisión equivocada del Ministerio de Cultura fue no atender la alta demanda y cortar la temporada alta en octubre, cuando pudieron extenderla más, cosa que corrigen recién para el próximo año. “Hubo una baja muy notoria en el flujo de turismo desde el 15 de octubre en adelante. Han desinflado una temporada que tranquilamente se pudo haber prolongado como mínimo hasta el 15 de noviembre y luego se levantaba de nuevo para las fiestas de Navidad y Año Nuevo”, agregó González.
En la misma línea, Juan Stoessel, CEO de Casa Andina Hoteles, remarcó que “eso ha creado muchos problemas y que muchos turistas extranjeros, quienes vienen de más lejos, se han quedado sin visitar Machu Picchu y eso va en contra de la imagen de nuestro país”.
EXPERIENCIA EN OTROS PAÍSES
Nunca está de más mirar otros modelos. En 2010, Egipto llevó a cabo el Plan Cairo 2050, el cual había identificado 33 zonas de viviendas precarias en El Cairo y en las inmediaciones de las Pirámides de Giza. De hecho, dos años antes, ocurrió un mortal desprendimiento de rocas en uno de esos asentamientos informales que causó la muerte de al menos 119 personas.
En ese entonces, el primer ministro egipcio, Ahmed Nazif, indicó que las zonas serían despejadas con fines de reordenación urbanística y turística como también para la edificación de sedes empresariales y administrativas con vistas al Nilo y a grandes extensiones ajardinadas. Dentro del plan también proporcionaban programas de apoyo socioeconómico a los residentes que fueron reasentados, formación para encontrar empleo (especialmente para jóvenes), servicios de salud para mujeres, clases de alfabetización para amas de casa, entre otros.
No es un caso similar el de Machu Picchu, pero es una muestra de lo que se logra cuando se cumple con el plan dentro de una propuesta de beneficio integral.
MEJORAS NECESARIAS
Como se mencionó, el nuevo centro de visitantes debería ser la puerta de ingreso al Parque Arqueológico Nacional de Machupicchu. El proyecto —se ubica cruzando el río Vilcanota, en la base de la montaña, conectado a una serie de caminos (carretera, ciclo vía y rutas peatonales) que llevan a la ciudadela— permitiría comunicar los otros valores de Machu Picchu, como su naturaleza, geología y arquitectura. Así, en lugar concentrar toda la visita en siete hectáreas y media, pasar a más de 70 hectáreas de espacio de visita.
Maqueta de la alameda de 2 km a lo largo del río Vilcanota que conecta Aguas Calientes con el ingreso al PANM. (Foto: Estudio Llonazamora)
El acceso mecanizado, así como se maneja en Kuélap, es una urgencia. En septiembre de este año se reportó el despiste de un bus de Consettur en la carretera Hiram Bingham. El escándalo fue peor cuando se conoció que el centro de inspección técnica vehicular que otorgó el certificado al bus turístico siniestrado tenía su sede en Arequipa.
El exministro de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Roger Valencia, explicó a Perú21TV que Machu Picchu genera más de 200 millones de soles al año y solo 7 millones se invierten. “Se tiene que poner en valor cuatro caminos incas que están listos. El Plan Maestro está aprobado y estuvo financiado en 2019, pero se ejecutó en 2020 por la pandemia. “Ahora estamos a la espera de que eso se ejecute y permita que Machu Picchu continúe sirviendo al país no solo como el principal destino, sino que, además, este se integre a los otros atractivos, como Choquequirao, haciendo un circuito grande”, resaltó.
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