Los mártires de la peste

A cinco años de la crisis sanitaria mundial recordamos a los héroes sin capa que, aun a costa de sus propias vidas, enfrentaron una letal batalla frente a un enemigo invisible, el virus SAR-CoV-2.

Fecha de publicación: 15/03/2025 8:57 pm
Actualización 16/03/2025 – 12:05

Horas después de que el brote epidémico provocado por el Coronavirus SARS-CoV-2 fuera anunciado por el Gobierno, entró en vigor el Estado de Emergencia Sanitaria en el Perú. Una de las principales medidas que se tomó fue el aislamiento social obligatorio a nivel nacional. Aunque al principio se decretó que sería de solo 15 días, las constantes ampliaciones sumaron un total de 107 días de confinamiento, desde el 16 de marzo hasta el 1 de julio de 2020. Durante este periodo el desconocimiento sobre el comportamiento del virus y de las medidas para prevenir infecciones dispararon la mortandad del COVID-19.

Desde que las primeras muertes fueron registradas en territorio peruano hasta que la pandemia se dio por terminada en el Perú, en octubre de 2022, las víctimas mortales del COVID-19 ascendieron a 217 mil personas, además de casi 4 millones de contagios reportados.

En primera línea

Con el sistema de salud pública colapsado, la falta de camas UCI, las deficiencias en el abastecimiento de oxígeno, los excesos en cobros en las clínicas particulares y las denuncias a los seguros por incumplimiento, el panorama resultaba desolador. Pero mientras el Perú se convertía en el país con la más alta tasa de mortalidad del mundo, el compromiso y sacrificio de un grupo de profesionales nos demostró que no todo estaba perdido. Ellos se encargaron de devolvernos la esperanza.

Dentro de los servidores públicos que entregaron su vida para salvar las de otros están aquellos que se mantuvieron en la primera línea de lucha contra el coronavirus como los médicos y enfermeras, los miembros de las fuerzas policiales y del ejército, así como el cuerpo de bomberos.

El personal de salud fue uno de los mayores grupos en riesgo en el mundo, pero sobre todo en un país como el Perú donde la precariedad institucional, de infraestructura y escasez de implementos es evidente. ¿Qué hubiera sido de nosotros sin ellos? Son miles los casos donde la mano amiga de estos profesionales fue más que valiosa. Exponiéndose a un virus casi desconocido no dudaron en respetar el juramento hipocrático y su vocación de servicio para cumplir a cabalidad su labor.

Lamentablemente, según cifras del Colegio Médico del Perú, 581 de estos profesionales dieron su vida por la salud de la población peruana y más de 20 mil se contaron entre los contagiados.

El Colegio de Enfermeros del Perú, por su parte, ha informado que 178 licenciados en enfermería partieron durante la emergencia en el sector salud.

Durante el primer año de la pandemia los bomberos de todo el Perú no fueron ajenos a este virus. Al menos 1,775 bomberos se contagiaron y se registró más de 55 de sus miembros fallecidos hasta febrero de 2021. Un dato interesante que da cuenta del trabajo realizado por este cuerpo de salvataje, menciona que solo en el año 2021 los bomberos atendieron tres veces más emergencias médicas que incendios a nivel nacional.

Otros grandes protagonistas del orden y orientación ciudadana fueron los miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP). Hasta julio de 2021 la cifra de infectados alcanzó los 50,616 y ocasionó la muerte de 787 efectivos. Con estos números la PNP fue de lejos, la institución pública más afectada por el COVID-19, incluso por encima del personal de salud.

Junto a la PNP, las Fuerzas Armadas realizaron un despliegue mayor. No solo para controlar el aislamiento y la inmovilización social obligatoria —en las carreteras, los caminos y los mercados de abastos— sino también en el traslado de compatriotas varados, ayuda humanitaria, material de emergencia y traslado de médicos a las regiones del país donde la pandemia se extendía. Incluso se convirtieron en red de apoyo y protección para los migrantes que decidieron retornar a pie a sus ciudades de origen. Solo durante 2020 las bajas militares llegaron a 117 y superaron los 2 mil contagios.

Los trabajadores de la limpieza pública, responsables del manejo de residuos sólidos y desinfección, también formaron parte de los héroes silenciosos que le plantaron batalla al coronavirus. Sin ellos, la peste habría cobrado miles de vidas más.

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Salvando vidas. Más de 55 bomberos fallecidos que atendieron emergencias médicas, fue el saldo mortal que dejó la pandemia.
Salvando vidas. Más de 55 bomberos fallecidos que atendieron emergencias médicas, fue el saldo mortal que dejó la pandemia.

Horas después de que el brote epidémico provocado por el Coronavirus SARS-CoV-2 fuera anunciado por el Gobierno, entró en vigor el Estado de Emergencia Sanitaria en el Perú. Una de las principales medidas que se tomó fue el aislamiento social obligatorio a nivel nacional. Aunque al principio se decretó que sería de solo 15 días, las constantes ampliaciones sumaron un total de 107 días de confinamiento, desde el 16 de marzo hasta el 1 de julio de 2020. Durante este periodo el desconocimiento sobre el comportamiento del virus y de las medidas para prevenir infecciones dispararon la mortandad del COVID-19.

Desde que las primeras muertes fueron registradas en territorio peruano hasta que la pandemia se dio por terminada en el Perú, en octubre de 2022, las víctimas mortales del COVID-19 ascendieron a 217 mil personas, además de casi 4 millones de contagios reportados.

En primera línea

Con el sistema de salud pública colapsado, la falta de camas UCI, las deficiencias en el abastecimiento de oxígeno, los excesos en cobros en las clínicas particulares y las denuncias a los seguros por incumplimiento, el panorama resultaba desolador. Pero mientras el Perú se convertía en el país con la más alta tasa de mortalidad del mundo, el compromiso y sacrificio de un grupo de profesionales nos demostró que no todo estaba perdido. Ellos se encargaron de devolvernos la esperanza.

Dentro de los servidores públicos que entregaron su vida para salvar las de otros están aquellos que se mantuvieron en la primera línea de lucha contra el coronavirus como los médicos y enfermeras, los miembros de las fuerzas policiales y del ejército, así como el cuerpo de bomberos.

El personal de salud fue uno de los mayores grupos en riesgo en el mundo, pero sobre todo en un país como el Perú donde la precariedad institucional, de infraestructura y escasez de implementos es evidente. ¿Qué hubiera sido de nosotros sin ellos? Son miles los casos donde la mano amiga de estos profesionales fue más que valiosa. Exponiéndose a un virus casi desconocido no dudaron en respetar el juramento hipocrático y su vocación de servicio para cumplir a cabalidad su labor.

Lamentablemente, según cifras del Colegio Médico del Perú, 581 de estos profesionales dieron su vida por la salud de la población peruana y más de 20 mil se contaron entre los contagiados.

El Colegio de Enfermeros del Perú, por su parte, ha informado que 178 licenciados en enfermería partieron durante la emergencia en el sector salud.

Durante el primer año de la pandemia los bomberos de todo el Perú no fueron ajenos a este virus. Al menos 1,775 bomberos se contagiaron y se registró más de 55 de sus miembros fallecidos hasta febrero de 2021. Un dato interesante que da cuenta del trabajo realizado por este cuerpo de salvataje, menciona que solo en el año 2021 los bomberos atendieron tres veces más emergencias médicas que incendios a nivel nacional.

Otros grandes protagonistas del orden y orientación ciudadana fueron los miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP). Hasta julio de 2021 la cifra de infectados alcanzó los 50,616 y ocasionó la muerte de 787 efectivos. Con estos números la PNP fue de lejos, la institución pública más afectada por el COVID-19, incluso por encima del personal de salud.

Junto a la PNP, las Fuerzas Armadas realizaron un despliegue mayor. No solo para controlar el aislamiento y la inmovilización social obligatoria —en las carreteras, los caminos y los mercados de abastos— sino también en el traslado de compatriotas varados, ayuda humanitaria, material de emergencia y traslado de médicos a las regiones del país donde la pandemia se extendía. Incluso se convirtieron en red de apoyo y protección para los migrantes que decidieron retornar a pie a sus ciudades de origen. Solo durante 2020 las bajas militares llegaron a 117 y superaron los 2 mil contagios.

Los trabajadores de la limpieza pública, responsables del manejo de residuos sólidos y desinfección, también formaron parte de los héroes silenciosos que le plantaron batalla al coronavirus. Sin ellos, la peste habría cobrado miles de vidas más.

787 fueron los efectivos policiales que hasta julio de 2021 perdieron la vida durante la pandemia, mientras los infectados superaron los 50 mil. La PNP fue la institución pública más afectada por el COVID-19, por encima del personal de salud.

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Salud y sacrificio. 581 médicos perdieron la vida al exponerse al virus.

 

 

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